Los edificios municipales de Gijón hacen aguas

El problema se repite a menudo. Con cualquier lluvia medianamente persistente: la pista se encharca. Se desplazan o suspenden entrenamientos y el suelo se llena de cubos y toallas. Un nuevo ejemplo se vio estos días en el Palacio de Deportes. Pero las goteras son un fenómeno generalizado en las instalaciones deportivas municipales. «Tenemos en todos los pabellones, menos el de La Arena», admite el concejal de Deporte, José Ramón Tuero.

En breve comenzarán los trabajos para acabar con las filtraciones de agua en el de Perchera-La Braña, tras haber formalizado hace unos días con la empresa Obras Viales e Infraestructuras del Norte un contrato por 118.000 euros para la sustitución de su cubierta. Las obras durarán tres meses. Y, a la espera de saber el dinero del que dispondrá para inversiones cuando se incorpore a las cuentas municipales el remanente de tesorería de 2019, el Ayuntamiento ya tiene marcadas sus prioridades para seguir combatiendo las lluvias bajo techo. Se trata de las cubiertas del Palacio de Deportes, los pabellones de El Llano y Moreda y la piscina de El Coto, un listado que, no obstante, puede experimentar cambios «dependiendo del presupuesto o de nuevas prioridades».

El Palacio de Deportes es la instalación que más preocupa. «Hace ocho años se contaban ocho goteras, pero en el último recuento ya rondaban las ochenta», apunta un técnico municipal.

Según explicó recientemente José Ramón Tuero, en la cubierta de la pista central el problema es un mal sellado de los solapes de los canalones que hace que «el agua se acumule y acabe cayendo al interior». Como solución provisional, a la espera de una definitiva, hace tiempo se colocaron «unos paraguas invertidos que recogen el agua hasta unas garrafas» que una vez llenas se vaciaban. Sin embargo, «las nuevas exigencias en seguridad hacen imposible realizar esta tarea hasta que no se coloquen unas líneas de vida». En cuando al pabellón auxiliar, hay goteras sobre el borde de la pista -procedentes del canalón- y en la zona de juego -vienen del solape de dos tramos de chapa-.

Al margen de las cuatro instalaciones mencionadas en las que se prevé intervenir en cuanto haya presupuesto para ello, la Concejalía de Deportes tiene sobre la mesa un plan de mejora del mantenimiento a cuatro años que, en lo que respecta a las cubiertas, también incluye actuaciones en las de la piscina de El Llano, el patinódromo de Moreda, el pabellón de La Tejerona, la grada nueva de Las Mestas, los vestuarios del campo de fútbol de la Laboral y el edificio de las federaciones náuticas en Fomento. En total, a lo largo del mandato prevén invertir en este tipo de actuaciones más de 900.000 euros, sobre el total de 4,2 millones del capítulo de mantenimiento en las instalaciones deportivas (pavimentos, sistemas de depuración, dosificación y recirculación de las piscinas, instalaciones eléctricas...). Podemos pidió recientemente añadir al listado de cubiertas a mejorar la del pabellón de Mata-Jove.

El agua no solo se cuela en las pistas deportivas. Son varios los colegios que en los últimos años vienen denunciando problemas de humedades y goteras. Y también se dan en los centros municipales integrados y en otras zonas de trabajo del personal municipal, cuestión que los delegados de prevención de riesgos laborales ya han denunciado de manera reiterada ante el comité de seguridad y salud. Los sindicatos ponen como ejemplo de edificios con este tipo de problemas la Casa Rosada o los centros municipales de Pumarín-Gijón Sur y El Coto. En este último, que además de múltiples servicios a la ciudadanía alberga entre otras oficinas las de la Agencia Local de Empleo y el Patronato Deportivo Municipal, el problema «es muy serio» y es habitual tener que colocar cubos para recoger el agua, por ejemplo en el gran hall de distribución al que se accede desde la plaza de la República.

«Durante ocho años no se hizo ningún tipo de mantenimiento, y si en tu casa vas dejando que un día se estropee el timbre, otro una persiana, otro hay una gotera y no vas haciendo nada, al final tienes una vivienda que no puedes usar», lamenta un delegado de prevención. La acumulación de problemas -goteras y carencias en la instalación eléctrica y los sistemas de protección contra incendios- es lo que obligó precisamente esta semana al Ayuntamiento a clausurar el garaje que tiene junto al pasadizo que une Manuel Llaneza con Constitución y empezar a usar como aparcamiento para los coches que tenía allí la calle Maternidad, junto a la Casa Rosada.

Ayer, en la comisión de Hacienda, el concejal de Cs Rubén Pérez urgió un programa integral de mantenimiento y mejora de edificios municipales. El equipo de gobierno aseguró que ya ha empezado a revisar el estado de todos ellos, incluidos los locales que tiene cedidos, para fijar prioridades de inversión. Advirtió, no obstante, de que revisarlos todos «llevará tiempo».