«Naval Gijón fue nuestra última barricada en beneficio de la ciudad»

-Gracias a la lucha que mantuvieron durante muchos años contra Pymar, el terreno de Naval Gijón se abrirá por fin a la ciudadanía. ¿Qué sensación le deja?

-Para nosotros es importante, porque la ventaja marítima que tiene Gijón no la puedes perder. El Tallerón de Duro Felguera no puede desaparecer de ahí, ni el astillero de Armón. Pero ahora corresponde al Ayuntamiento o, incluso, al Principado desarrollar esa zona. Además, tiene otro componente, porque también va a ser para disfrute de los ciudadanos. Pero, para nosotros ya acabó nuestro papel.

-¿Seguro?

-Fue como nuestra última barricada en beneficio de la ciudad y de los trabajadores del Tallerón y de Armón.

-Seguro que hay acontecimientos de aquella época que no conocen los gijoneses...

-Como anécdota, vinieron a hablar con nosotros del jesuitas del Revillagigedo para ver si hacíamos algo porque, según el plan que ellos conocían, peligraba todo su desarrollo en la zona, el Hogar de San José, el Gedo, etcétera.

-Entonces, ¿no sólo se trataba de que Pymar quisiera construir 400 viviendas, sino que peligraba todo el entorno?

-Aún estando en funcionamiento Naval Gijón, nos filtraron desde la Autoridad Portuaria todo el desarrollo previsto, lleno de viviendas. Además, en Marqués de San Esteban había una agencia inmobiliaria que vendía los edificios en primera línea de playa. Los trabajadores de Naval Gijón nos movilizamos en la agencia porque no lo íbamos a consentir. Y así fue.

-¿Qué le parece lo que se pretende desarrollar en todo ese ámbito?

-Parece que el Ayuntamiento de Gijón se lo está tomando en serio. Pienso que cambiará una parte importante de la ciudad, se puede revitalizar toda la zona de El Natahoyo y lo que no podemos es no tener en Gijón un polígono tecnológico relacionado con la mar. Es una buena idea, aunque no inventamos nada, porque hay ejemplos en toda Europa.

-Pero hay mucho que trabajar en un ámbito tan degradado...

-Una cosa que ha pasado inadvertida es que nosotros limpiamos la dársena, toda la basa y el galipote. Ahora sería bueno que fueran a ver cómo está de limpia, con verdín, mucho pescado y hasta hay centollos. Es algo que hay que aprovechar para la investigación. Incluso, algunos proponían que podían colaborar duro Felguera y el Revillagigedo, que tiene Formación Profesional. Pero lo que tenemos claro es que nuestra labor acabó y esto siga adelante con algo ligado con la estrategia azul, la estrategia del mar, porque puede haber subvenciones.

-¿Cree que el trabajo realizado en este sentido por los prejubilados de Naval Gijón ha sido reconocido?

-Creo que sí y que todo el mundo sabe que tuvimos que contratar un abogado privado y nombrar peritos. También nos asesoró Carmen, la de Vega, que fue quien movilizó las marchas verdes contra el Plan General de Ordenación, y también en Podemos, con Mario Suárez del Fueyo y David Alonso. Nos apoyó mucha gente y luego el gobierno de Foro lo asumió, lo llevó adelante y también tengo que decir que los servicios jurídicos municipales también lucharon contra el recurso que presentó Pymar. Lo hicieron muy bien.

-¿Y a partir de ahora?

-Hay que mirar para adelante y Naval Gijón tiene que ser un nuevo nicho de una industria limpia. Se pueden hacer muchas cosas pero hay que planificarlo bien. Es compatible una industria limpia con oficinas, investigación y con que los ciudadanos puedan pasear por ahí, por el pasadizo que van a hacer sobre los diques donde se construían los barcos.

-¿No cree que debería haber algún tipo de recuerdo al pasado de la zona como astillero?

-Es importante la arqueología industrial. Están los diques y hay una chimenea muy antigua de cuando se construían barcos que creo que la van a conservar. Es una chimenea de las antiguas fraguas donde se doblaba el hierro. Sí que sería conservar los vestigios industriales. Los pueblos tienen que recordar su pasado, sus costumbres, su historia y de ella aprender.

-¿Y unir la historia con el futuro?

-Creo que puede ser muy importante investigar mucho sobre la acuicultura y otras cosas que tengan que ver con la comida, porque va a ser esencial dado el problema que tenemos ahora con el cambio climático. Comemos todos los días y, por ejemplo, la India dice que no va a exportar arroz este año. Ya vimos qué pasó con la globalización durante la pandemia. Eso de que ibas a comprar al mercado se acabó, porque cada uno va a procurar garantizarse el alimento.