Los estercoleros de Tremañes
Las asociaciones vecinales denunciaron la existencia de varios basureros piratas en el barrio gijonés, aunque aprobaban el PILES II
Así de crudo lo decían los vecinos de Tremañes: algunas zonas de su barrio eran «verdaderos estercoleros». Hace un cuarto de siglo, tras el parón ... de las fiestas de Navidad, EL COMERCIO dio espacio a las asociaciones vecinales de San Juan Bautista y Evaristo Valle, de Tremañes, para denunciar la existencia de varios basureros piratas que habían sobrevivido a la acción de la iniciativa PILES II. Los trabajadores de la campaña municipal de limpieza habían conseguido lo imposible: adecentar «la carretera de La Torre, las aceras de la avenida de Los Campones y la cuneta del camino de la Muria, entre otros lugares de la parroquia».
Sin embargo, lugares como en camino de la Trinchera, «sobre todo en el recodo de la antigua entrada a la nave industrial de Esmena, en el que se ha depositado hasta la carrocería de un coche», seguían afeando el barrio. Pedían los vecinos, por ende, que el concejal delegado de Medio Ambiente a la sazón, Carlos Zapico se pusiera manos a la obra para eliminar tanto este basurero pirata como el que había aparecido, en fechas más recientes, «bajo el viaducto de Sotiello y en la avenida de La Lloreda».
Pero aún había más. Al problema de la basura en las calles de Tremañes se sumaba -e iban de la mano- el de la inseguridad. En su comunicado de hace 25 años pedían al concejal Elías González Zapico, responsable de la Policía Municipal, que dotase a la parroquia de un servicio de Policía de Barrio, algo de lo que llevaban sonando mucho tiempo campanas en Gijón, sin que nada se llegase a concretar. «Es una vergüenza que se esté hablando desde hace tiempo de la Policía de Barrio y a Tremañes, uno de los más conflictivos de Gijón por los robos y los basureros piratas, sin contar el tráfico que circula a velocidades de vértigo por la avenida de Los Campones, la Policía parece que le cuesta llegar hasta aquí». Mucho quedaba por hacer en Tremañes, a pesar de que esta parroquia sería la protagonista de 1988, «según se desprende de las exigencias de IU para apoyar los presupuestos municipales y de la propuesta presentada oficialmente por el PAS». Falta hacía 'ponerse las pilas'.
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