«Voy a la Feria desde siempre, me encanta ver el ambiente y la multitud de puestos distintos»

-¿Cómo surge la creación de esta obra?

-Cuando me sugirieron hacer una pieza para la Feria tenía la posibilidad de que se hiciera con una obra de una serie anterior, pero me pareció una gran ocasión para profundizar sobre proyectos e ideas que tenía en mente y un punto de inflexión para una nueva serie. Esta obra está conectada con otras anteriores como 'Geomorfología' o 'Necesidad del ser', pero el concepto es completamente distinto.

-¿De qué forma cambia ese concepto?

-Quería incluir el pasado, presente y futuro. Es una obra que hace alusión a la historia de la Cámara de Comercio, de la Fidma, de la industria y del tejido social asturiano. Quería hacer un poco de memoria de manera conceptual y a su vez mirando hacia el presente y futuro teniendo en mente conceptos como sostenibilidad, medio ambiente y tecnología.

-¿Cómo se representa la historia asturiana?

-Desde la Asturias que comenzó la Feria han pasado varias situaciones y transformaciones en la región: el éxodo de los pueblos a las ciudades, el proceso de descarbonización, el intentar revertir la desindustralización... todo esto quise destacarlo con el elemento orgánico y natural. Algo que representa ese pasado, este presente y un futuro que quizás se quiera mirar desde una visión más tecnológica, limpia y sostenible.

-Sobre ese futuro del que habla, ¿la obra manda un mensaje?

-Es un doble mensaje, Nos sugiere ese momento de conciencia medioambiental, pero también es un mensaje crítico sobre si esa economía que queremos reforzar es falsa o forzada. Hay veces que es artificial, por eso el elemento de una banda de metacrilato transparente que trasforma el fondo, le da otra luz y cambia la realidad. Esa sociedad, al final sostenible, hay veces que es una sostenibilidad falsa, muchas veces el respeto por el medio ambiente no se trata de transformar una energía por otra, sino que quizás a veces de generar menos residuos y menos consumo.

-Es una serie de 30 obras por el momento. ¿Por qué se eligió esta en particular?

-No fue por mi parte, fue una decisión de la Cámara de Comercio. Es una obra que funciona visualmente, que transmite y que es fácilmente reconocible. Hay otras obras que tienen tonos más crudos o que los elementos negros no son tan evidentes. Quizás para otro soporte funcionen igual o mejor pero sin embargo para un cartel, algo que tiene que tener una fuerza, esta fue perfecta.

-Como gijonés, ¿qué supone ver una obra suya en un espacio tan representativo para la ciudad?

-Cuando uno hace algo para los demás, pero que es propio a la vez, es el mayor de los orgullos y encima en tu ciudad te sientes doblemente orgulloso. Es una de las cosas mas bonitas que, aun siendo sencillo, porque no deja de ser una obra, es muy especial.

-¿Es usted de ir a la Feria?

-He ido a la Feria desde siempre. Te das un paseo, te comes un bocata, ves novedades y te encuentras un montón de gente. Es especial y a la vez normal, es lo de todos. Me gusta ver el ambiente, la variedad de personas en ese mismo espacio y la multitud de puestos completamente diferentes... Es una barbaridad que se pueda vender desde una casa o un coche hasta un sacacorchos o las típicas cosas de cocina. A mí ese batiburrillo me encanta.

-Este año será visita más que obligada.

-Este año iré sin falta (ríe), pero, igualmente, siempre que puedo voy.