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No hay consuelo en el sector hostelero, pero tampoco en una gran parte de la ciudadanía de Gijón, ante el repentino fallecimiento del carismático y referente hostelero César Díaz Telenti, de tan solo 51 años y que esta misma semana cumpliría 52. «Se ha ido sin celebrar su cumpleaños, pero haciendo lo que más quería: organizar y disfrutar de un increíble evento. Era una persona bondadosa, cariñosa, muy amiga de sus amigos, siempre pendiente de todos y lleno de vida», eran algunas de las palabras más repetidas por parte de numerosos familiares, amigos y compañeros del sector hostelero que acudieron a dar el último adiós al tanatorio de Cabueñes.
César falleció el domingo «disfrutando la vida y haciéndonos disfrutar a todos. Como él sabía hacer». «Mi marido Alejandro y yo pasamos una maravillosa velada cenando con él y su mujer en el evento que había organizado la noche del sábado en honor al día de los enamorados en el hotel AC Forum, del que gestionaba la comunicación. Tras la cena, César y Alejandro fueron a tomar algo y pasear. A la vuelta al hotel fue cuando le dio el síncope. Mi marido le intentó reanimar y rápidamente llamó al 112. Estamos en shock. Es una pérdida terrible. Su generosidad y sonrisa son inolvidables», comentaba en el tanatorio, muy afectada, su amiga y bloguera gastronómica Beatriz Valcárcel.
Su socio y amigo Pablo Buey gerente del Grupo La Tonada, se mostraba «totalmente destrozado por esta pérdida. Aún no me lo creo. Era una persona que podía con todo y le podía ganas a todo. Lograba sacar adelante loque nadie podía. Es una pérdida enorme para todo el sector hostelero y para la ciudad de Gijón», apostilló.
«Yo era su padrino, pero ante todo era mi amigo. He pasado miles de aventuras a su lado. Estábamos planeando una comida para esta semana por su cumpleaños con mi madre y la suya por la que sentía verdadera devoción. Él era el que tiraba por toda la familia. No sé que vamos a hacer sin él», relataba Ramón Díaz.
Alejandro Sánchez, gran amigo de César y distribuidor y provedor para varios de los establecimientos con los que Telenti tabajaba confesaba que «era todo bondad y generosidad. Muy amigo de sus amigos. Su energía era inquebrantable. Siempre estaba dispuesto a ayudar a todos en todo. Es una pena terrible».
«Su gran pasión, además de la comunicación y la gestión de eventos era el submarinismo. Además de impartir cursos en el Club de Buceo Orca –del que fue propietario y ahora era monitor–, ofrecía cursillos y bautismos de buceo de forma totalmente altruista en las piscinas del Grupo Covadonga para los grupistas. Era un tipo formidable», recordaba el ex presidente del Grupo Covadonga, Antonio Corripio.
Mañana martes, a las 13 horas tendrá lugar en el tanatorio de Cabueñes la celebración de la palabra por su eterno descanso.
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