Cada gijonés recicla 147,2 kilos, con subidas en 2020 de basura orgánica, envases y vidrio

Los datos indican que cada gijonés recicló el año pasado 147,22 kilos, es decir, 0,40 kilos por habitante y día. Además, la basura orgánica fue la que experimentó un mayor crecimiento, del 46%, llegando a los 3.453.380 kilos, gracias a la extensión de los contenedores de este tipo de residuo por todo el municipio. También subieron el los envases con un 11,4% y un total de 5,5 millones de kilos, y el vidrio, con un aumento del 1,8%, alcanzando los 5.555.740 kilos. Las bajadas se registraron en la fracción resto, es decir, la basura mezclada, con un descenso del 8,1% y 81,2 millones de kilos, y el cartón, con 8,76 millones de kilos y un descenso del 2,6%.

La composición de la bolsa de basura de los gijoneses está compuesta fundamentalmente por residuos mezclados, pues llegan al 78%, mientras que el papel y cartón supone el 8%, el vidrio el 6%, los envases el 5% y los residuos orgánicos el 3%.

La tasa de reciclaje en los contenedores ubicados en la vía pública es del 22%, si bien asciende al 32,84% si se suman los desperdicios depositados en los diferentes puntos limpios ubicados en el municipio. Como ya se ha dicho, cada gijonés recicló el año pasado 147,22 kilos de basura, pero es que supone un aumento del 4,39% con respecto al año anterior, cuando eran 141 kilos. De los 122 millones de kilos gestionados por Emulsa, 40 fueron destinados al reciclaje o la reutilización. De todo este material, 3,4 millones de kilos fueron destinados a la planta de biometización del Consorcio de Gestión de Residuos (Cogersa), 33,6 millones, a las plantas de reciclaje; 1,9 millones, a la planta de compostaje; 29.706 kilos, a valorización energética, y 982.734 kilos, a reutilización.

En los materiales reciclados se han producido casos de incrementos muy llamativos y parece que están muy relacionados con la crisis sanitaria y los meses en los que los ciudadanos tuvieron que están encerrados en sus domicilios y aprovecharon a realizar algunas reformas en casa. Así, se registró un incremento del 103% en cuanto al reciclaje de muebles a cargo de la organización Emaús, con 3.399 kilos; del 30%, en baterías, con 3.920 kilos, y del 24%, en materiales férricos, con 353.160 kilos. De todas formas, a las plantas de reciclaje las mayores cantidades enviadas fueron de papel y cartón, con 8,6 millones de kilos; inertes, con 6 millones; vidrio, con 5,55 millones, envases, con 5,5 millones; voluminosos, con 3,6 millones, y madera tratada, con 2,6 millones. También son de resaltar los 262.026 kilos de elementos eléctricos y electrónicos. Como curiosidad, indicar que se registraron 3.920 kilos de baterías, 2.305 de frigoríficos, 16.180 de neumáticos y 5.791 de pilas.

Los vegetales recogidos en el municipio gijonés y que acabaron en la planta de compostaje fueron 1,9 millones de kilos, un descenso del 13,86% con respecto al año anterior debido a la suspensión temporal de las labores de poda por parte del personal de Emulsa durante el primer estado de alarma y el confinamiento de la población, ya que la mayoría de los trabajadores de Parques y Jardines fueron destinados a labores de limpieza de la vía pública.

A valorización energética se destinaron 5.442 kilos de filtros y envases, 1.038 de medicamentos y residuos clínicos y 23.226 de productos químicos y pinturas.

La tasa de reciclaje todavía es muy baja en Gijón y es necesario incrementarla no solo para cumplir con los objetivos de la Unión Europea sino porque el Estado tiene previsto poner en marcha este año un nuevo impuesto de 40 euros por cada tonelada de residuo mezclado que termine en el vertedero, lo que en la práctica supondrá que se acabe triplicando el coste del servicio de recogida de basuras y que, está claro, repercutirá en los ciudadanos. Además, también es posible que haya una penalización de las autoridades europeas por no haber cumplido con los objetivos de reciclaje.

Ante este panorama, en Emulsa son conscientes de que no es justo que paguen lo mismo aquellos ciudadanos que se esfuerzan en reciclar que los que no lo hacen. Por tanto, la empresa municipal analiza la posibilidad el pago por generación de basura sin reciclar. Otro dato a tener en cuenta es que de las principales ciudades españolas solo Zaragoza tiene unas tasas de recogida más bajas que Gijón.