«Gracias porque pusieron en riesgo su vida para encontrar a Javier»

El fallecimiento del montañero gijonés Javier Amigo Coto, de 60 años, parece ser que se debió a «una mala caída en un mal sitio». Esa es la primera impresión de la Guardia Civil, según explicó a este periódico la esposa del fallecido, Elvira Fernández, quien apuntó que todavía no han recibido el informe de la autopsia. Hay que recordar que tras el rescate del cuerpo del montañero, que tuvo lugar en la tarde de anteayer, fue trasladado a las instalaciones del Instituto de Medicina Legal, en Oviedo, para tratar de averiguar qué es lo que le pudo haber ocurrido a Javier Amigo.

Las labores de búsqueda del hombre comenzaron la misma tarde del domingo, cuando su esposa alertó de que no había acudido al punto de encuentro que habían establecido. En teoría, el experto montañero del Grupo Xove, había tomado la ruta de la Canal del Texu en sentido a Bulnes para encontrarse por el camino con el resto de integrantes de su grupo. Pero dicho encuentro no se produjo. Los miembros del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil con base en Cangas de Onís tuvieron que realizar unas complejas y peligrosas labores de rastreo. Por eso, Elvira Fernández quiso ayer mostrar «un agradecimiento enorme a todas las personas de Poncebos, que nos echaron una mano y nos apoyaron muchísimo, y especialmente al GREIM de Cangas de Onís». Según apuntó la mujer, los miembros de la Benemérita tuvieron con la familia «una amabilidad extrema y un cariño inmenso. Además, pusieron en riesgo su vida, hasta tal punto de que un compañero sufrió un accidente».

El cuerpo de Javier Amigo Coto fue trasladado ayer al Tanatorio Jardín El Lauredal, donde será velado por su esposa, su hijo Rubén, su hermano David y demás familiares y amigos. La celebración de la palabra para su despedida tendrá lugar, a las ocho de esta tarde, en la capilla del mismo tanatorio. A continuación, será incinerado en la intimidad familiar.

Los seis días de búsqueda del montañero culminaron a las 15.43 horas del viernes con la peor de las noticias. El helicóptero de Bomberos de Asturias, que apoyaba las labores de rastreo que desde hacía días realizaba el aparato de la Guardia Civil, encontraba un cuerpo sin vida detrás de una piedra de gran tamaño, en el cauce del Cares, cerca de la canal de Estorez. La ropa del cuerpo localizado coincidía con el del hombre que se estaba buscando. La Benemérita baraja la posibilidad de que Javier Amigo no cogiera finalmente el camino de subida a Bulnes por la Canal del Texu, tal y como había anunciado, sino que se adentró por el camino antiguo del Cares. En la zona de Estorez se habría topado con una zona que tiene una pendiente superior al 50% de inclinación, lo que pudo propiciar un fatal resbalón.

Javier Amigo era muy conocido en La Calzada, pues trabajaba desde hace años en una cabina de venta de la ONCE en el centro comercial de La Calzada, barrio donde residía, y previamente tuvo la sidrería La Entrellusa, en la calle Manuel R. Álvarez.

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