El Hospital de Cabueñes demanda un segundo robot Da Vinci, «por el beneficio para el paciente»
Pese al revés por el freno a la obra de ampliación, mantiene su apuesta por la cirugía robótica que utilizan cuatro servicios y estrenó en marzo de 2023
Mayor precisión, mayor seguridad y mayor accesibilidad en operaciones complejas, tiempos de estancia hospitalaria y de recuperación tras la intervención mucho más cortos. Incluso menos ... analgesia. Son los beneficios que, para profesionales y pacientes, lleva aparejada la cirugía robótica. El Hospital de Cabueñes en Gijón estrenó el robot Da Vinci en marzo de 2023. En poco tiempo cumplirá dos años. Dos años en los que los cirujanos de los servicios de Urología, Ginecología, Cirugía General y Digestiva y Otorrino se han puesto a los mandos de la plataforma robótica y realizado ya más de 500 intervenciones mínimamente invasivas en procesos oncológicos y de alta complejidad. «Cuesta mucho más aprender a hacer una laparoscopia que aprender a manejar el robot», dice rotunda Elena Couso, adjunta de Ginecología. Y además, ésta prácticamente elimina las complicaciones clásicas de la cirugía ginecológica laparoscópica «porque la robótica nos permite acercarnos tanto que es más difícil cometer errores». En el caso de Ginecología, además de para patología maligna, el robot «nos abrió una puerta para operar patología benigna que era inabordable por cirugía laparoscópica» y obligaba a una cirugía abierta. Con más de un centenar de intervenciones realizadas desde 2023, «nosotros estamos encantados con los resultados».
Es la misma impresión que trasladan el resto de servicios implicados en la cirugía robótica. Desde Urología, que fue quien lo estrenó y lo ha utilizado por ahora para unas 270 intervenciones, hasta Otorrino, el último en incorporarse y que, por la escasa casuística de los tumores orofaríngeos apenas ha realizado seis intervenciones con el robot.
José Carlos Fernández, jefe de Cirugía General y Digestiva pone un ejemplo de las posibilidades que ofrece el Da Vinci: como realizar en el mismo día dos cirugías de recto y otra de colon compleja que «con la laparoscopia hubiese sido imposible» afrontar en una única jornada.
Para las prostatectomías, el uso del Da Vinci garantiza a los pacientes una calidad de vida mucho mayor «porque le preservamos la función sexual e impedimos que, además de impotencia, sufran incontinencia. Los resultados funcionales con el robot quirúrgico están siendo muy buenos», subraya la jefa de Urología, Begoña Díaz.
En general, la cirugía robótica «es mucho menos agresiva para el paciente y menos dolorosa que las cirugías convencionales, incluso que la laparoscopia», anota el jefe de Anestesia de Cabueñes.
Demanda suficiente
Coinciden todos en que la expansión de la cirugía robótica «es imparable» y aseguran que ya existe demanda suficiente para que el Hospital de Cabueñes contara con un segundo Da Vinci. «No lo pedimos por nosotros, porque nos guste el robot, sino por los pacientes», defiende José Carlos Fernández pensando en la prevista fusión de áreas sanitarias que hará que las del Nalón y el Oriente pasen a tener Cabueñes como hospital de referencia. «Nos gustaría que todos los casos complejos de recto, páncreas o esófago de Asturias se nos remitieran para operarlos aquí, que es donde tenemos la experiencia», anota. «Además, no es justo que dependiendo de en que parte de Asturias vivas puedas acceder a operarte con el Da Vinci o no. Todos somos iguales, no debería haber ciudadanos de primera y de segunda», comenta a su vez la jefa de Urología.
Fernández cree que la expansión de la cirugía robótica será tal que «llegará un momento en que cada servicio tendrá su robot, como ocurre ahora con las torres de laparoscopia». Favorecerá ese escenario la salida al mercado de otras plataformas robóticas, que ampliará la oferta y reducirá los costes, principal escollo para su implementación generalizada.
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