La incineradora de mascotas que se instalará en Gijón recibe la autorización ambiental
Se situará en una parcela de 1.567 metros cuadrados y deberá cumplir medidas para controlar emisiones, residuos y protección de la fauna y flora silvestres
La Consejería de Medio Ambiente del Principado de Asturias ha dado luz verde al proyecto para instalar una planta de incineración de mascotas ... en el parque empresarial de Lloreda (Gijón), más conocido como polígono de Bankunión, que contempla la puesta en marcha de un horno crematorio con capacidad para 150 kilos y tecnología diseñada específicamente para animales de compañía. El proyecto, que data de julio de 2024 y está promovido por la empresa Cremasturias, ha superado la evaluación ambiental simplificada y no tendrá que someterse a un procedimiento ordinario, al no detectarse impactos adversos significativos sobre el medio ambiente.
Las instalaciones se situarán en una parcela de 1.567 metros cuadrados de suelo industrial, ubicada a 110 metros de la zona residencial más cercana. El edificio contará con una sala con horno crematorio, hall distribuidor, salas con túmulos, oficinas, sala de últimas despedidas, almacenes, garaje y aseos. Además, el equipo de incineración estará diseñado para minimizar y eliminar olores, cumpliendo con la normativa vigente sobre calidad del aire.
Paquete de condiciones
No obstante, la autorización ambiental incluye una serie de condiciones que se deberán cumplir en todas las fases para garantizar la continuidad del proyecto. Entre ellas, se establecerá un control de las emisiones a la atmósfera en el que se detallarán los contaminantes a considerar y los valores límite de sus concentraciones; la revegetación deberá emplear especies autóctonas, acordes a la vegetación presente en la zona; se prohíbe el empleo de especies invasoras y se establece un protocolo para proteger la fauna y flora silvestres. Asimismo, en caso de colocar pantallas vegetales estas deberán ser de especies de hoja perenne.
Por otro lado, tendrá que utilizar lámparas de bajo consumo y alta eficiencia energética, con iluminación dirigida al suelo para reducir la contaminación lumínica, y temperaturas de color que minimicen el impacto sobre la fauna y el medio ambiente. Todo ello, sumado a una gestión responsable de residuos y conexión de aguas residuales a la red pública.
En total, fueron 27 las administraciones públicas, ayuntamientos y colectivos ecologistas que revisaron el proyecto durante la fase de información pública y la mayoría coincidió en que, con las medidas correctoras previstas, la planta no supondrá un riesgo ambiental relevante.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión