La influencia del diario decano

Fueron efectivas y, sobre todo, lo fueron en un tiempo récord. Dos iniciativas de EL COMERCIO en forma de campaña consiguieron ejecutarse (o, al menos, ... planearse) en poco tiempo, para el bien de Gijón, hace 75 años. «La primera», informábamos en nuestro ejemplar de ese tiempo, tal día como ayer, «es la referente al establecimiento del tren directo Gijón-León, y la segunda, la necesidad de defender la carretera del Piles a La Providencia contra la destrucción del mar». En el primer caso, la idea original de poner un tren directo conectando con León había partido del Ayuntamiento gijonés, en colaboración con los de los pueblos afectados por la mejora, «y sabemos que EL COMERCIO fue enviado al señor Ministro de Obras Púbnlicas, señor Fernández Ladreda, quien por su interés en las cosas que principalmente afectan a nuestra provincia tomó en consideración cuanto le decíamos sobre la conveniencia y la necesidad de ese tren directo, entablándose las oportunas diligencias y gestiones para dar cumplimiento a este tan relevante servicio ferroviario». Punto para EL COMERCIO.

Y otro más: la insistencia de nuesro diario a la hora de protestar mediante aceradas columnas de opinión a favor de la conservación de la carretera del Piles a La Providencia tendría también buenos frutos. Parecía ahora que la Diputación provincial había tomado nota, «y acudió con el remedio contra el mal que amenazaba con la desaparición de ese camino costero y la invasión por el mar en los terrenos de cultuvo que la limitan, dando las oportunas órdenes para que comiencen a su cargo los trabajos de reparación necedarios al acondicionamiento y seguridad de tan importante carretera». Al servicio de la ciudad desde su mera fundación, EL COMERCIO agradecía ahora a las autoridades el que siempre hubieran acogido con interés «cuanto nuestro diario les pide y aconseja como conveniente». «Quisiéramos que esta conducta la siguieran otras autoridades o representaciones para que con toda diligencia, aunque sin apresuramientos, comprobaran la verdad y la razón que nos asiste». A ver si se conseguía.

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