Juegos en la naturaleza para aprender a cuidarla
ana ranera
Martes, 11 de agosto 2020, 00:29
En el Jardín Botánico de Gijón ayer se escuchaba el bullicio infantil de la Escuela de Verano. Los niños, divididos en pequeños grupos, arrancaban con inocente ilusión esta aventura que los llevaría a descubrir la naturaleza desde sus entrañas. Las circunstancias obligaban a dividirlos en pequeños grupos para llevar a cabo las actividades, pero aquello no mermaba ni un ápice sus ganas de ponerse en marcha.
En la cafetería, unos cuantos pequeños aprendían a utilizar los microscopios. La fascinación se apoderaba de ellos y no podían evitar intentar explicar a sus compañeros lo que estaban viendo. «Es como purpurina», explicaba una de las niñas ante la atenta mirada de su monitora, que iba escuchando todas las ideas que se les ocurrían a sus nuevos alumnos.
Este año la escuela ha cambiado el formato, le ha tocado reinventarse y adaptarse a las circunstancias y está siendo todo un éxito. «Todos los días hacen tareas de jardinería, hacen juegos relacionados con el coronavirus y también les hablamos de cómo la naturaleza nos protege y nos ofrece recursos muy beneficiosos, y ellos tienen que aprender que tenemos que protegerla. El fin último es la educación ambiental», resumía Reyes Álvarez Vergel, responsable de didáctica y divulgación del Jardín Botánico.
Pero a las enseñanzas propias del Botánico ha sido fundamental añadir otras nuevas para que aprendan a conocerse a sí mismos después de tantas semanas de reclusión. «Hemos incorporado actividades de relajación para que los niños puedan estar en silencio y que exploren sus sentimientos», explicaba Álvarez Vergel. «Estuvieron cautivos y, por eso, les hemos dejado espacio para reflexionar y para manifestar cómo se han sentido», añadía. De hecho, algunos de ellos ya habían probado el yoga y estaban encantados. «Les ha prestado mucho», anotaba. Y, además de descubrirse a sí mismos, en este año marcado por la pandemia, la Escuela de Verano está sirviendo también de preludio para lo que vivirán en su vuelta a las aulas. «Hemos incluido juegos relacionados con el coronavirus e incluso tenemos una canción sobre la higiene de manos. Esta temática está muy presente y es muy lúdica, son juegos que les van a venir muy bien», indicaba Álvarez Vergel. Y allí seguían seis niños, descubriendo la vida bajo el microscopio, sabiendo que este año los campamentos tampoco son lo que fueron. «Son grupos burbuja, entre ellos cooperan, pero no se juntan», aseguraba. Mientras tanto, otros pequeños se iban caminando hacia la huerta y todos empezaban ya a tomar conciencia de la importancia de la naturaleza que nos da la vida y, a cambio, solo necesita que la respetemos. «Ellos tienen que aprenderlo porque son los ciudadanos del futuro», concluía la responsable de didáctica y divulgación del Botánico.