«No hay mejor sitio para una residencia de estudiantes»

-Encabeza la, por ahora, única candidatura para relevar a Jesús Merino...

-Es un presidente que me sorprendió por su talla moral y personal. Muy trabajador, él y su equipo hicieron una labor impagable y durante su trayectoria se consiguió mucho.

-¿Qué éxito destacaría?

-Fueron promotores de que la Laboral fuera declarada Bien de Interés Cultural e iniciaron la carrera para que se convierta en Patrimonio de la Humanidad.

-Aspiran a coger su relevo con ese reto por delante...

-Es el grandísimo reto que tenemos. Sería inmensamente bueno no solo para el complejo, sino también para Gijón y Asturias. Traería visitas a tutiplén y dinero para su mantenimiento...

-La asociación ha criticado en innumerables ocasiones su escaso mantenimiento. ¿Hasta qué punto tiene eso relación con su origen franquista?

-No nos cabe duda de que es así y parece mentira que no se haya superado todavía. Esa leyenda urbana de que en su construcción trabajaron presos políticos, por ejemplo, es rotundamente falsa. Eran asalariados. Se hizo en época de posguerra, de penurias, por eso yo digo que esta construcción está amortizada. Por esa puerta salíamos con una formación exquisita para esparcirnos por España y el mundo.

-¿Qué prioridades tiene su candidatura?

-Hay que darle valor y, si queda algún prejuicio, ir derribándolo. Algunos piensan que esto es el pasado, pero no. En la asociación tenemos mucho cariño a la casa porque aquí fuimos formados integralmente y queremos que se preserve el edificio, que aún tiene aproximadamente un 30 o 35% sin uso. Pero que se le dé un uso formativo, que no sea un 'cajón de sastre' donde cabe todo.

-Ya hay cientos de alumnos...

-Y eso nos encanta, pero hay otras dependencias que no son tan propias, como las llamadas viviendas para jóvenes. Llevamos varios intentos de construir una residencia de estudiantes, ¿qué mejor que hacerla aquí, donde en su día se proyectó el hotel?

-¿Qué poder real tiene la asociación?

-No tenemos poder político ni ejecutivo, pero sí una fuerza moral inmensa para defender esto con uñas y dientes como elemento de presente y futuro.

-¿Creen que lograrán involucrar a la juventud?

-Ese es uno de nuestros objetivos: además de tratar a los antiguos alumnos más provectos con cariño y respeto queremos atraer a los más jóvenes, porque la primera promoción tiene entre 75 y 80 años. Hace falta incorporar a la juventud y para eso en la candidatura tenemos gente como Nuria Raboso, candidata a vicepresidenta, u Óscar González. También a los mediopensionistas, aquellos que quizá no estaban tan involucrados al no vivir aquí.

-¿Qué relación tendrán con la administración?

-Pretendemos insistir en el Ayuntamiento, los colegios profesionales, alguna consejería e incluso al presidente del Principado. Tampoco descartamos ir a Madrid para tocar en algún organismo el asunto de la lucha por ser Patrimonio de la Humanidad. A la administración le pediría que haga un esfuerzo para su mantenimiento, que haya un plan director de mantenimiento serio, dotado con un presupuesto anual y seguimiento de su ejecución.

-¿En qué asuntos insistirán?

-Lo más perentorio es la cúpula, no sabemos nada del proyecto para rehabilitarla y tengo dudas de que los 500.000 euros sean suficientes. Pediremos que se ejecute lo pendiente, pero como debe hacerse, porque se cometieron algunos desmanes, especialmente en el teatro. La caja escénica es un pegote, un pastiche que no viene a cuento. Y pondremos especial empeño en algo que podría calificarse de crimen: la concha acústica sobre el fresco de Segura del frontis del teatro. No sabemos cómo quedó y no vale decir que no tenía reparación.

-Aquí, en la cafetería, había unas mesas y sillas originales... ¿Sabe qué ha sido de ellas?

-Lucharemos por saber qué fue del mobiliario de diseño exclusivo. ¿Y por qué no hay una sala de conciertos en el templo? La cruz está descarnada. También falta el vitral de la capilla privada de los jesuitas...

-Son muchos 'pendientes'...

-Siendo un BIC, el dueño está obligado a mantenerlo. No podemos luchar contra un gigante, pero somos grandísimos conocedores del complejo y tenemos que ser la voz de la conciencia, el martillo pilón. Eso sí, sin enfrentarnos con todo el mundo.