Lorca, en el Dindurra

De la visita de Federico García Lorca a Gijón en 1930 se sabe no tanto como nada, pero sí muy poco. Que cayó en domingo, que el poeta granadino se hospedó en el hotel Malet y que al día siguiente Gijón ardió en llamas por la huelga general. Tampoco salieron esos días los periódicos. Pero tenemos lo previo. El acto se anunció el día trece, viernes, en páginas de EL COMERCIO, como sigue: «Ateneo Obrero de Gijón. Una interesante conferencia para el domingo por el poeta García Lorca». «Este joven y original poeta, uno de los más destacados en la moderna literatura española, explicará el próximo domingo a las once y media de la mañana, en el teatro Dindurra, una interesantísima conferencia sobre el tema 'Arquitectura del cante jondo'».

Lorca acababa de volver de Nueva York y andaba de 'tournée' por todos los Ateneos del norte de España. Había estado antes en Guipúzcoa y, de no haber sido por la huelga general, hubiera ido también a Oviedo después. «Esta conferencia estará reservada para los señores socios, que pueden asistir acompañados de dos señoras, siendo indispensable para el acceso al teatro la presentación del credencial». El día 14 se recordó en segunda plana que la Junta directiva del Ateneo rogaba «encarecidamente la puntual asistencia, ya que comenzado el acto y a fin de evitar molestias al público y al conferenciante no se permitirá la entrada».

Ese día, en portada, las «bellas señoritas» que tenían previsto actuar el siguiente miércoles también en el Dindurra (no pudo ser) compartieron portada con la noticia de que la rebelión de García y Galán, sublevados en Jaca contra la 'Dictablanda' de Berenguer, había sido sofocada. En realidad, acababa de empezar.

El mismo día en que Lorca versó en el Dindurra, los militares que encabezaron el golpe fueron fusilados, tras Consejo de Guerra sumarísimo, en Huesca.

Se precipitó la huelga y los periódicos, también EL COMERCIO, no salieron hasta el siguiente fin de semana. Por eso no contaron las crónicas que Lorca, «joven poeta», estuvo en Gijón en vísperas de la insurrección del año treinta. ¡Pero estuvo!