Cuatro distinciones que dibujan «una constelación de valores» de Gijón
El Centro de Educación de Personas Adultas, medalla de oro, y Quiquilimón, la Fundación Alpe y Felisa Soria, medallas de plata, amplían el cuadro de honores de la ciudad
Fue un Pleno extraordinario que apenas duró media hora, pero que caló hondo en la fibra de las emociones y concedió por aclamación la medalla ... de oro de Gijón al Centro de Educación de Personas Adultas, y tres de plata a la compañía de teatro Quiquilimón, la Fundación Alpe y la trabajadora municipal Felisa Soria. La alcaldesa Ana González aseguró sobre las entidades y personas distinguidas este año, que recibirán el 29 de junio los honores en una ceremonia presencial en el Teatro Jovellanos, que «dibujan una constelación de valores que orientan la ciudad que ya somos y la que queremos ser aún más». «Una urbe de personas y para las personas en las que la igualdad de derechos es el suelo, el cimiento y también el horizonte: igualdad entre mujeres y hombres; igualdad de todas y todos en el acceso a la formación, a la cultura, al empleo, al bienestar y la calidad de vida; una ciudad que no ladea ni excluye a ninguno de sus vecinas y vecinos, que integra, que incluye, que suma», remarcó la regidora durante su intervención.
La alcaldesa fue encargada de glosar la concesión de la medalla de oro de la ciudad al Centro de Educación de Personas Adultas de Gijón (CEPA) y destacó que este estamento educativo se ha convertido en un «instrumento fundamental» para la formación de personas de cualquier edad y situación social apostando por la integración frente a la exclusión.
Ana González también destacó que este centro, nacido hace 40 años, ha desarrollado una «tarea imprescindible» en una ciudad educadora y ha logrado consolidar la educación permanente al servicios del aprendizaje «a lo largo de la vida», algo recogido en la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
La directora del mayor centro público de aprendizaje permanente de Asturias, Julia Magdalena García, valoró el máximo reconocimiento obtenido como el respaldo a «cuarenta años de trabajo y esfuerzo, de formar en ciudadanía, de intentar superar las brechas sociales y avanzar en esta sociedad del conocimiento siempre dirigiéndonos a los colectivos más vulnerables». Magdalena también resaltó que por el centro pasan 3.000 alumnos al año, con un ámbito de actuación que se extiende a Candás y Villaviciosa, e incidió en que el punto fuerte del CEPA es el título de secretaría, ya que es algo «básico» de cara a la inserción laboral.
Chus Casado, el 50% de Quiquilimón, acudió al salón de plenos sin Rosa Garnacho, a la que una indisposición médica apartó de la posibilidad de estar presente en la concesión de la medalla de plata a la emblemática compañía de teatro gijonesa. Casado relató que «lo que comenzó casi en broma, como una afición en sí misma» se acabó profesionalizando con una dedicación al mundo de la infancia y la juventud. Explicó también que a lo largo de sus 42 años de trayectoria organizó espectáculos en los que buscaba que «los espectadores reflexionasen y se identificasen con algún personaje» para tener una reacción para sus vidas.
Medalla que «cruza el charco»
La Fundación Alpe Acondroplasia recibió su distinción de plata por convertirse en una activa promotora de encuentros, congresos, reuniones y jornadas nacionales e internacionales haciendo de Gijón referencia mundial y promocionando su actividad como destino de encuentros. Su directora, Carmen Alonso, aseguró que «esta medalla cruza el charco» y destacó que su concesión ayuda a «dar visibilidad no solo en Gijón, sino en el mundo». En lo personal dijo sentirse «emocionada, contenta y feliz».
Felisa Soria, funcionaria municipal, fue distinguida con la tercera medalla de plata por su dedicación al fomento de la educación popular y la participación como palancas para la formación de una ciudadanía libre y crítica y su aportación a la igualdad entre hombres y mujeres.
Soria, que ahora trabaja en la dirección general de servicios del Ayuntamiento, explicó que las políticas de igualdad de la ciudad, a cuyo frente estuvo 14 años, han sido para ella «lo más apasionante, todo un reto», sobre todo a raíz de poder trabajar con los colectivos sociales y las mujeres que le han permitido «acercarse a una realidad tan dura como es la de la violencia de género».
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