
Secciones
Servicios
Destacamos
«Yo, en lo social, soy el menos importante de todos», trataba de restarse importancia el capitán de Sporting, José Ángel Valdés, 'Cote', en ... uno de los corrillos formados tras finalizar el Pleno de Honores Locales del Ayuntamiento de Gijón. Hablaba el futbolista que el domingo cerrará su carrera profesional en El Molinón sin ser quizá consciente de que unos minutos antes había protagonizado el momento más emocionante de una sesión plenaria que apenas duró 22 minutos. Cuando, tras escuchar la glosa de su trayectoria personal y deportiva, y entre los calurosos aplausos de toda la Corporación, se ponía en pie y se llevaba la mano derecha al corazón. Era el mismo gesto que, antes que él, habían hecho los otros cuatro distinguidos pero en sus ojos se traslucía una mayor carga emotiva, un sentimiento a flor de piel. «Ha sido muy conmovedor», coincidían varios de los protagonistas que estuvieron en el salón de Plenos y quienes, invitados y familiares, lo vieron desde el contiguo salón de recepciones.
Fue una sesión breve, sin intervenciones de la alcaldesa, Carmen Moriyón, ni de los portavoces municipales. Lo justo para glosar y otorgar por aclamación la Medalla de Oro a la Sociedad Gijonesa de Caridad, que este año cumple 120 años; el título de Hijo Predilecto a 'Cote', y las Medallas de Plata a Serenos de Gijón (que el año pasado celebró su 25 aniversario), al Centro de Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia de Género, la Casa Malva, y al colaborador de EL COMERCIO Janel Cuesta.
Los honores de la ciudad se conocieron ya el pasado 11 de abril, tras celebrarse la junta de portavoces del Ayuntamiento de Gijón en la que fueron votados. Tras el Pleno de esta mañana, el de la formalización de las distinciones (y que tendría que haberse celebrado el pasado 28 de abril, el día del apagón), queda el tercer y último acto, el más solemne, el de la entrega. Tendrá lugar el próximo 29 de junio, coincidiendo con la festividad de San Pedro.
Los honores y distinciones de este año fueron:
Título de Hijo Predilecto de Gijón: José Ángel Valdés Díaz, 'Cote' por «su permanente vinculación con la ciudad, con el Sporting y con su barrio; por su ejemplo profesional y personal para las y los jóvenes que empiezan en el deporte y por su carácter y personalidad». 'Cote' reconocía antes del Pleno estar «feliz y contento» por un reconocimiento que «para un tío como yo, de Roces, significa mucho» y que llega en el año de su retirada del fútbol profesional, un año que en lo deportivo «no fue tan bueno. No estuvimos al nivel que necesitaba esta ciudad, pero lo volveremos a intentar». Lo que le «llena de orgullo» es que se le considere un referente para nuevas generaciones de deportistas «por mi forma de ser o de pensar, y más en un mundo como el fútbol».
Medalla de Oro: Asociación Gijonesa de Caridad por «su gran labor de servicio comunitario a la ciudad a lo largo de tantos años y su contribución a difundir valores tales como la solidaridad, la generosidad y el compromiso con los demás». En representación de la entidad que gestiona la Cocina Económica y que este año celebra su 120 aniversario estuvo presente en el Salón de Plenos su presidente, Ignacio Blanco. Quien fuera profesor de Matemáticas del edil Pelayo Barcia (juntos recordaron alguna anécdota de aquella época), quiso agradecer «profundamente» el trabajo «de las personas que nos han precedido». El reconocimiento «no es para los que estamos en la asociación en este momento sino para tantísimas generaciones, tanto trabajadores, voluntarios y las Hijas de la Caridad, como para toda la ciudadanía de Gijón que desde el primer momento dio una respuesta de apoyo a nuestra institución que es conmovedora». Y lo asume además como «una responsabilidad, para ver si dentro de ciento veinte años los que estén en ese momento, si es que es necesario que sigamos aquí, pueden decir lo mismo de nosotros».
Medalla de Plata: Janel Cuesta por ser «una figura imprescindible en la historia viva de Gijón», por preservar la identidad y la historia de la ciudad a través de sus libros y artículos (publicados en EL COMERCIO), por haber sido «un activo defensor del deporte en Gijón» (fue presidente del Club Natación Gijón y del Real Grupo de Cultura Covadonga) y por «representar los valores que hacen grande a una ciudad como la nuestra». Agradecido, más que orgulloso, y haciendo gala de una humildad innata, aseguraba Janel Cuesta que «en Gijón hay mucha gente que merece esta medalla» para, a renglón seguido, dar las gracias a todos los gijoneses «porque yo lo que escribo es lo que me cuentan ellos» y a EL COMERCIO «que es donde llevo muchos años escribiendo, tratado con mucho cariño por parte de todos. Sin el periódico yo no estaría aquí ahora».
Medalla de Plata: la Casa Malva, cabecera de la Red de Casas de Acogida del Principado, como «reconocimiento a un esfuerzo colectivo de quienes trabajan día a día por garantizar el derecho de las mujeres a una vida digna y libre de violencia, y también a una ciudad en su conjunto que ha hecho del compromiso con la igualdad y la justicia social una seña de identidad, convirtiéndose en referente de otras a las que ha abierto camino en todo el país. Y, sobre todo, un reconocimiento a las 4.375 mujeres víctimas de violencia de género que a lo largo de los años han pasado por La Casa Malva y a sus hijas e hijos, y a todas las mujeres que todavía hoy siguen sufriendo la violencia machista». Al trabajo de estos casi dieciocho años y a la problemática de la violencia de género se refería la coordinadora de la red regional de Casas de Acogida, Yoanna Magdalena, al valorar la trascendencia de la distinción otorgada por el Ayuntamiento de Gijón. De la ciudad destacó Magdalena su compromiso «desde hace muchos años» con las políticas de igualdad; un compromiso «que se sigue manteniendo. Esta es una prueba más».
Medalla de Plata: Serenos de Gijón por llevar «más de 25 años desarrollando un Proyecto de Interés Social conformado por tres objetivos: la inserción laboral de personas con difícil empleabilidad, en riesgo de exclusión (en estos años ha contratado a más de setecientas personas); la prestación de un servicio de bienestar al municipio y la atención a la ciudadanía en general». Serenos no se entendería sin Gijón y Gijón no se entendería sin Serenos, subrayaba Ruperto Iglesias, presidente de Asata: «Es algo reconocido por todos los gijoneses y que está dentro de la ciudad». Tras nacer en 1999 «como un plan de empleo, para dar cobertura a personas que tenían una necesidad de trabajo», el proyecto sigue y seguirá, garantizó Iglesias: «Igual que estamos para resolver situaciones personales también lo estamos para resolver las demandas que en cada momento la ciudad nos vaya planteando», como cuando durante la pandemia se encargaron de controlar los accesos a la playa de San Lorenzo garantizando que se cumplían los aforos establecidos en cada momento.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.