El ministerio asume el traslado de la estación intermodal a Moreda y estudia dos soluciones

En los próximos días, técnicos ministeriales las remitirán a Ayuntamiento y Principado «para revisarlas, completarlas y saber si responden a las necesidades de Gijón y a las líneas rojas que hemos marcado», explicó tras el encuentro la alcaldesa, satisfecha de que finalmente la balanza se haya inclinado hacia la opción «por la que apostábamos» y porque se pone fin «a la fase de atasco en la que estábamos». La regidora destacó además que en las dos propuestas «es importante la liberación de terrenos y la reordenación que permitten de toda la zona de Sanz Crespo y su vial». Esta semana, Ana González remarcaba en una entrevista en EL COMERCIO la necesidad de que el diseño de la estación «minimice lo más posible el efecto 'frontera' de las vías, para así comunicar barrios» y advertía de que en la ubicación junto al Museo del Ferrocarril «la caja de vías era la misma que en el proyecto original de Moreda».

Al margen de cuestiones técnicas, un factor determinante en el cambio de estación guarda relación según la alcaldesa con la financiación, para la que el convenio firmado en 2019 confiaba en un préstamo del Banco Europeo de Inversiones. «Nos han confirmado que el BEI ya ha dicho que no iba a financiar el proyecto tal como estaba concebido en el convenio. Si a eso le sumamos el contexto actual, está claro que era absolutamente necesario hacer un esfuerzo para reducir los costes y así poder acometerlo».

La financiación de la obra, para la que habrá que recurrir «a una diversidad de fuentes», será una de las claves en la negociación del nuevo convenio. Y si bien no se excluye optar al apoyo de la UE a través del Fondo de Recuperación y Resiliencia, la regidora asume que «hay un desajuste de plazos reales entre su perioro de vigencia y cuándo se iniciarán las obras, sobre todo las más importantes».

El objetivo es licitar las obras de la estación intermodal «para el final del mandato», que concluye en mayo de 2023. El viceconsejero de Infraestructuras y Movilidad, Jorge García, destacó que las dos soluciones propuestas facilitan «la puesta en servicio de las Cercanías y del metrotrén lo antes posible» y apuntó que su departamento estudiará ahora «si desde un punto de vista técnico son compatibles con los proyectos de la nueva estación de autobuses». En el nuevo convenio también será importante «la secuencia de proyectos», para la que la intención es centrarse en un principio en la estación intermodal y el túnel del metrotrén ya construido, dejando para más adelante la prolongación hasta Cabueñes.

La oposición reaccionó con críticas al anuncio del cambio de ubicación de la estación. «La negativa de financiación del BEI no parece motivo suficiente, sino más bien una excusa», dijo Rubén Pérez, de Ciudadanos, quien advirtió de que «no consentiremos que sirva para tratar de dotar a Gijón de una estación de segunda o para no ejecutar la totalidad de las actuaciones previstas». Jesús Martínez Salvador, de Foro, pide «agotar todas las vías posibles para llevar a cabo el proyecto tal cual fue firmado». Laura Tuero, de Podemos-Equo, acusó a la alcaldesa de «torpedear el consenso y el convenio desde todos los frentes, sin una alternativa que cuente con el apoyo de la ciudad». Desde el PP, Alberto López-Asenjo, señaló que «para tener estación necesitamos claridad y compromiso, no plazos, estudios y acuerdos que chocan con la realidad». Y Eladio de la Concha, de Vox, lamentó que la regidora «esté haciendo todo lo posible para conseguir su propósito de llevar la estación a Moreda. No hay obstáculo para que la financiación, en lugar del BEI, llegue de los fondos europeos».