El movimiento vecinal de Asturias refunda Cavastur con la vivienda como eje de la lucha

Con el objetivo de luchar por la búsqueda de soluciones para el problema de la vivienda, mejorar las infraestructuras y para integrar a la mujer del entorno rural en el movimiento asociativo y darle el lugar que merecen, se celebró ayer la refundación de Cavastur, la Confederación de Asociaciones Vecinales de Asturias. Durante el acto, que tuvo lugar en la Caja Rural de Gijón, fue elegida la nueva junta directiva, encabezada por María José Cuervo, actual presidenta de la asociación de vecinos del barrio de La Arena y vicepresidenta de la Federación de Asociación de Vecinos (FAV).

Se trata de dar un impulso a la confederación, que este año contará con un aporte económico de 100.000 euros por parte del Gobierno del Principado para dinamizar el tejido asociativo de la región. Estuvieron presentes la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, y también representantes del Gobierno del Principado: la viceconsejera de Derechos Sociales, Beatriz González Prieto; la directora general de Participación Ciudadana, Nuria Rodríguez, y el director general de Cooperación Local, Olmo Ron, así como los concejales Javier Suárez Llana y Olaya Suárez.

Manuel Cañete, presidente de la FAV, recordó la frase del histórico líder vecinal de la zona Oeste Manuel Hevia Carriles: «El movimiento asociativo es el espejo de la conciencia ciudadana», dijo, para proseguir: «Somos ese Pepito Grillo para ir avanzando, pidiendo una farola aquí, un banco donde sentarse, un espacio de encuentro...».

La alcaldesa agradeció la labor realizada desde las asociaciones de vecinos. «Hacéis un papel imprescindible, un esfuerzo que desde que cada barrio, cada parroquia habéis logrado mantener vivo. La refundación de Cavastur demuestra que hay ganas de seguir trabajando y de seguir ocupando un lugar destacable en la vida de los pueblos y ciudades. Quienes creemos en el municipalismo sabemos bien que no se puede construir una ciudad sin contar con los vecinos y las vecinas» , apuntó.

El fin último de Cavastur es una demanda histórica que aspiran a alcanzar: ser declarada entidad de utilidad pública.

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