La muerte de Silvia, de nuevo a juicio

Celestino V. G. volverá a sentarse el lunes en el banquillo de los acusados por la muerte de Silvia Hernández, la que fuera su compañera sentimental y quien murió en 2016 con 34 años como consecuencia de una hemorragia interna por las heridas causadas con un arma blanca. El Tribunal Superior de Justicia de Asturias declaró nulo el juicio al que fue sometido por el jurado popular en la Sección Octava de la Audiencia Provincial por el cual fue condenado a cuatro años de prisión como autor de un delito de homicidio imprudente. Salió del centro penitenciario de Asturias el mismo día que le fue notificada la sentencia después de dos años cumpliendo prisión preventiva.

El TSJA señaló como objeto de especial consideración «la falta de lectura íntegra del acta de votación del jurado que contenía el veredicto en el momento de su comunicación». A juicio de la sala, «constituyó una infracción de la Ley del Jurado e implica un quebrantamiento de normas y garantías procesales que afecta al derecho a defensa de las partes, provocando para ellas una situación de efectiva indefensión». Por ese motivo, decretó que se volviese a celebrar la vista oral, con otro tribunal y con otros miembros del jurado popular.

La preselección del jurado tuvo lugar hace días, aunque no será hasta el mismo lunes cuando quedará formalmente constituido. A lo largo de toda la semana volverán a pasar todos los testigos que ya declararon hace un año durante la primera vista oral. El procesado continúa representado por el abogado Enrique Lamadrid, cuyo trabajo sirvió para que se redujese la pena de los 22 años de prisión que solicitaba la fiscalía a los cuatro años a los que fue condenado.

La acusación particular, sin embargo, ha cambiado de dirección letrada y ha contratado al penalista Sergio Herrero, decano del Colegio de Abogados. Será él quien intente demostrar que Celestino V. G. acabó con la vida de la mujer en el domicilio que compartían en la calle Carpinteros, en el barrio de Roces.

La víctima presentaba dos heridas de arma blanca en el costado y en una axila. El veredicto del jurado popular consideró que esas lesiones le fueron ocasionadas de forma fortuita cuando el acusado intentó evitar que se autolesionase con un cuchillo de cocina. Las lesiones, de un centímetro de profundidad, según determinaron los médicos forenses tras practicarle la autopsia, le afectaron al estómago y a un pulmón. Murió por una hemorragia interna. Celestino llamó a los servicios de emergencia dos días y medio después de incidente, el lunes por la mañana.

En su primera versión apuntó que Silvia había mantenido una discusión con otras dos mujeres en la calle. Luego cambió de explicación para aludir al intento de autolesión de su pareja. «Me asusté porque teníamos un juicio pendiente y creí que podía ir a la cárcel», dijo. Ambos habían tenido órdenes de alejamiento mutuas por delitos de maltrato y tenían causas pendientes. La tormentosa relación entre ellos acabó finalmente de la peor forma posible.