La nueva ordenanza de Gijón permitirá música ambiental en terrazas hosteleras a cien metros de viviendas

El objetivo es hacer compatible ese descanso de los vecinos con el disfrute de las personas que acudan a una terraza. «Los hábitos de consumo han cambiado y hay una propensión muy clara al consumo en el exterior frente al interior» de un establecimiento, según el concejal. Puede deberse a una combinación de lo ocurrido con la pandemia del coronavirus y a la mejor meteorología que se viene registrando desde hace tiempo. Eso hace, además, que el ocio nocturno esté girando más hacia un ocio diurno.

Martínez Salvador manifestó que proyectan «hacer modificaciones» en la ordenanza y una de ellas es que «las terrazas hosteleras que estén al menos a cien metros de una vivienda puedan instalar dispositivos que emitan música ambiental». Es hacer algo que está funcionando en otras ciudades y que «el consumidor aprecia y valore. Pero no hacerlo en cualquier terraza. Ha de estar a un mínimo de cien metros de una vivienda para que quien esté en su casa no tenga por qué escuchar la música de la terraza, pero que quien esté en la terraza, siempre a un volumen controlado y en horario diurno, pueda disfrutar de una música de fondo que le pueda hacer más agradable la estancia», concretó Jesús Martínez Salvador.

Este cambio va en consonancia con lo que el equipo de gobierno quiere hacer con el programa Siente Xixón, que «comenzó en el último gobierno de Foro y que permite las actuaciones en vivo en el interior de los locales», recordó el concejal de Urbanismo. «Es un programa que defendemos y queremos potenciar, pero también regulando determinadas cuestiones que se ha generado, como perturbaciones o molestias, ciertas cosas que no se estaban controlando».

Lo que no se ha decidido es si la nueva ordenanza de terrazas unificará la estéticas de las estructuras o no. Hay que recordar que en momento dado se habló de la posibilidad de aplicar el 'modelo Gijón' de terraza, que partía del puesto por la recientemente cerrada cafetería Mayerling, en la calle Corrida. «Estamos todavía en una fase muy embrionaria y estamos poniendo encima de la mesa todo ese tipo de ideas», apuntó Martínez Salvador, aunque sí se está analizando «si puede haber determinadas zonas, por las casuísticas de la vía, con unas terrazas diferentes. Pero todavía es pronto».

Este periódico ya publicó en julio pasado la reflexión de la vicealcaldesa, Ángela Pumariega, sobre la necesidad de actualizar la ordenanza de terrazas desde el consenso con hosteleros y vecinos. Precisamente, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV), Manuel Cañete, respaldó entonces la idea para fijar también los criterios en la ocupación del espacio público, pero siempre teniendo en cuenta, además, el plan de movilidad.

Del análisis de las principales deficiencia detectadas en la actual ordenanza y de aquellas aportaciones que puedan realizar tanto hosteleros como vecinos saldrá una ordenanza de terrazas que pretende también aprovechar muchos de los aciertos que se han detectado en las puestas en marcha en otras ciudades similares a Gijón.