El Oceanográfico de Gijón busca en Naval Azul espacio para laboratorios, almacenes y tanques de experimentación
«Tener allí un lugar propio e independiente sería un objetivo ambicioso, pero todo depende de la capacidad de financiación», apunta su director
Incorporar un elemento como una toma de agua de mar supondría para el Centro Oceanográfico de Gijón, en un espacio ya consolidado como el edificio que ocupa junto a la playa del Arbeyal, una obra tan compleja como costosa. Pero poder planificar de antemano su construcción en un espacio de nuevo desarrollo sería técnica y económicamente más asequible. Este ejemplo le sirve a Rafael González-Quirós, director del equipamiento, para ilustrar las aspiraciones del Oceanográfico en el futuro desarrollo de Naval Azul, un polo empresarial donde el Ayuntamiento quiere que exista una estrecha vinculación entre las actividades económicas relacionadas con la mar y los ámbitos de la innovación y la investigación. El jueves, en una reunión con la vicealcaldesa y concejala de Economía, Empleo, Innovación y Turismo, Ángela Pumariega, González-Quirós ya trasladó su deseo de poder contar con un espacio en ese área, «en una reunión preliminar y sin entrar en detalles», pero consciente de la importancia de «ir viendo todo con anticipación» y de mantener un contacto constante con el Ayuntamiento para que en la definición de este área se tengan en cuenta sus intereses y necesidades concretas.
Una, apunta el director, es la ampliación de unos laboratorios «que están llegando a su límite» y para cuyo diseño habría que tener en cuenta requerimientos específicos como la mencionada toma de agua del mar. Otra aspiración del Oceanográfico es ganar espacio para almacenaje, y en especial para elementos que requieren condiciones especiales como las muestras de plancton y otros organismos que mantienen conservados en formol. «Necesitan mejores condiciones y unas cámaras específicas», apunta González-Quirós. Y añade a la lista de posibilidades «poder contar con un espacio en el que hacer experimentos con tanques de agua».
La aspiración más elevada sería poder contar en Naval Azul con un espacio propio e independiente, pero no oculta que se trata de un objetivo «ambicioso y complicado», por lo que ve más probable ejercer de inquilino en algún edificio de usos múltiples pero que esté convenientemente acondicionado a sus necesidades concretas. «Todo dependerá de hasta dónde podamos llegar con la financiación. Tenemos que hablar con el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), ver con qué fondos podríamos contar... Pero como hablamos de una actuación a largo plazo, es importante anticiparnos y empezar a ver con tiempo y previsión, las posibilidades de un espacio que, además, estará muy cerca de nuestra sede».