Personal de la EMA achaca a la falta de efectivos que el último alivio al Piles durara 15 horas
El Ministerio de Trabajo constató en septiembre que la plantilla era insuficiente para garantizar el correcto funcionamiento
PABLO SUÁREZ
GIJÓN.
Martes, 22 de octubre 2019, 00:19
Las plantas depuradoras existentes en la ciudad disponen de cerca de la mitad de la plantilla necesaria para garantizar su correcto funcionamiento. Así lo aseguran los propios trabajadores de la Empresa Municipal de Aguas (EMA), quienes denuncian que la desatención reinante en estas instalaciones disminuye la capacidad de respuesta ante situaciones extraordinarias como la que tuvo lugar el pasado sábado tras las fuertes lluvias. Entonces, tal y como reconocería al día siguiente el propio servicio de Medio Ambiente, se registraron alivios intermitentes al río Piles durante unas 15 horas, un tiempo que, dicen los trabajadores, se podría haber recortado considerablemente si se contase con la plantilla adecuada. «El agua se lleva la suciedad de los colectores y las bombas se atascan. Para desatascarlas hacen falta dos personas, por lo que si el colapso se produce en varias de ellas, no disponemos de gente suficiente para solventar la situación», explican. Y avisan: «Esta vez fue una tormenta fluvial. Si hubiera sido eléctrica, la situación hubiera sido mucho más complicada».
La propia plantilla de la empresa no es la única que ha advertido y denunciado esta situación. El pasado mes de septiembre, el Ministerio de Trabajo, tras una denuncia de la CSI, remitía un informe a la EMA en el que constataba la insuficiencia de la actual nómina de trabajadores para el correcto funcionamiento de las plantas depuradoras. «Salvo en el turno de mañana, de lunes a viernes, en el resto de turnos (tarde y noche) y los fines de semana, un solo trabajador/a ocupa el turno, llevando a cabo su actividad en solitario», se afirmaba en el documento, al que ha tenido acceso EL COMERCIO. En él, la administración central requería a la empresa que, «de forma inmediata», adoptara las medidas adecuadas para garantizar, no solo la efectividad del servicio, sino también la seguridad y la salud de los trabajadores.
En este sentido, la CSI asegura que desde 2016 no se están cubriendo las plazas vacantes, a lo que se suma la falta de formación de quienes trabajan en las instalaciones. «Llevan cinco años sin formación. Hay gente haciendo trabajos eléctricos o técnicos sin tener el respaldo formativo correspondiente», afirman.
«La empresa no cuenta con un protocolo que defina el procedimiento de avisos»
Salud no garantizada
No solo la ciudadanía es quien padece las deficiencias remarcadas en el informe de Trabajo. Los propios empleados, asegura el documento, tampoco tienen garantizada su salud y seguridad. Una circunstancia que parte de la consideración de la «presencia en el centro de trabajo de ácido sulfhídrico extremadamente inflamable y muy tóxico por inhalación, los factores de riesgo psicosociales, y el hecho de que la empresa no cuenta con un protocolo que defina un procedimiento de avisos y comprobaciones periódicas con un tercero». Situación que, en vista a lo dispuesto en el informe, no se ajustaría a la normativa actual.
Por su parte, desde la CSI apuntan a una bolsa pendiente de en torno a una veintena de operarios, la cual caduca el próximo 31 de enero, como posible solución para tratar de revertir esta situación y lograr la duplicidad del servicio en las plantas.