El Plan Llave de Gijón primará a quien venda más barato los pisos

El concejal de Urbanismo, Jesús Martínez Salvador, presentó en noviembre junto a la alcaldesa este proyecto, por el cual se aprovecharán suelos de titularidad municipal ubicados en zonas urbanizadas para la construcción de viviendas por parte de promotores privados, previa enajenación de estos suelos. Y si bien en un inicio se habló de una venta al uso de los terrenos, lo que ahora está sobre la mesa es una fórmula de pago en especie por la cual el Ayuntamiento no recibirá dinero, sino parte de los pisos que se construyan sobre esas parcelas, y que pasarán a formar parte del parque de la Empresa Municipal de Vivienda (Emvisl) para su alquiler a precios asequibles. «El Ayuntamiento no hace este programa para ganar dinero, sino para facilitar el acceso a la vivienda», destacan desde la Concejalía de Urbanismo. A los promotores que adquieran los suelos se les exigirá no obstante algún tipo de aval o salvaguarda que garantice que la operación se desarrolla según lo acordado.

Las primeras parcelas que saldrán a licitación están situadas en el número 5 de la calle Balbín; la intersección entre Gloria Fuertes y Concejo de Coaña; el cruce entre las calles Don Quijote y Pintor Luis Pardo; el número 48 de la calle Monsacro; la calle Jimena Menéndez Pidal y los números 48-52 de Naranjo de Bulnes. En ellas se prevé que puedan levantarse unos 150 pisos que, descontados los que se entreguen al Ayuntamiento como pago por el suelo, tendrán que ponerse a la venta a precios limitados, bajo el modelo de vivienda de protección autonómica (VPA) o de protección concertada (VPC). Los suelos municipales están tasados en 7 millones de euros y para su adjudicación a los promotores interesados en su desarrollo se aplicarán dos criterios.

El primero, con un 50% de la valoración, será el precio de venta propuesto para los pisos resultantes, de modo que el constructor que se comprometa a ofrecer a los futuros compradores los pisos más baratos obtendrá más puntos y tendrá por tanto más opciones de hacerse con el suelo. En todos los casos, el precio deberá ser igual o inferior al máximo que fija la normativa para las viviendas de protección. El 50% restante de la nota corresponderá a la calidad del proyecto presentado, teniendo en cuenta para ello aspectos como los materiales utilizados en la construcción, la eficiencia energética de los edificios y la mayor oferta de servicios y comodidades para los futuros inquilinos.