La plaza de toros optará esta semana a ayudas europeas

Aunque ya se lleva un gasto en justificar el cierre de la plaza, el equipo de gobierno ha ido trabajando en paralelo en un proyecto de rehabilitación. Ya está listo. Ahora lo que toca es ver cómo pagarlo. El Ayuntamiento ha encontrado un posible encaje, que es una convocatoria de fondos Feder. De lograrse, se recibirían cinco millones de financiación. La pega es que esa convocatoria incluye un requisito: el Ayuntamiento tiene que asumir un millón de cofinanciación. Esto es un problema en unas cuentas que ya están tan ajustadas y miradas con lupa, y que ya arrastran multitud de proyectos europeos que están hipotecando la partida de inversiones.

La convocatoria está dispuesta. Son 50 millones a repartir entre ciudades europeas. Es la misma que la alcaldesa miró para Tabacalera y la descartó porque era poco dinero. El plazo se cierra el jueves y se pueden inscribir aquellos «proyectos innovadores centrados en la Nueva Bauhaus Europea». ¿Esto qué es? Según se lee en las bases, las acciones que combinen tres ejes: sostenibilidad, inclusión y estética. Estos son los mismos tres principios (Bauhaus Europeo) con los que se quería desarrollar el proyecto del pabellón de La Calzada y por los que una remodelación que podía hacerse por seis millones, según algunas previsiones, se elevaba hasta los once o doce.

La diferencia de la plaza de toros respecto a otras rehabilitaciones pendientes es que esta tiene una convocatoria específica. El Ayuntamiento está apurando al límite (le quedan cuatro días), pero al menos ya tiene el proyecto y existe una convocatoria abierta. No sucede lo mismo con Tabacalera, que se dijo que se presentaría a fondos Feder aunque aún no hay plazo abierto, o con los antiguos juzgados de Prendes Pando para los que, igualmente, se habló de una convocatoria que se prevé para marzo.

El Ayuntamiento intenta ganar tiempo en ese limbo en el que le sitúa el último informe encargado por el equipo de gobierno. Es claro en una conclusión: la necesidad de rehabilitar la plaza. Pero también en que no hay impedimentos manifiestos -más allá de la eliminación de la vegetación- que obstaculicen su apertura.

El dictamen que desveló este diario no da lugar a mucha interpretación. Dice literalmente: «El estado actual supera los estados límites de servicio en aspectos estéticos, funcionales y de durabilidad, lo que compromete la satisfacción de los usuarios en primer lugar y al propio edificio en segundo lugar, pero sin poner en riesgo la seguridad de las personas».

En paralelo, los arquitectos municipales han recomendado, de hacer una gran reforma, reducir el aforo en 800 localidades, rebajando «una o dos filas» y recuperando «el perfil original» del graderío. El Bibio será uno de los protagonistas del Pleno. Ciudadanos preguntará por «el estado de abandono» y los planes del gobierno «para su conservación y rehabilitación».