La Policía media con clanes familiares la entrega de los autores de la mortal paliza de Gijón

Según ha podido saber EL COMERCIO, una de las búsquedas se centra en la zona rural de Gijón y la otra en el concejo de Avilés, donde reside uno de los implicados en el crimen. La Policía trabaja con mediadores de las familias para que los dos individuos se entreguen, y evitar así operativos de registros masivos en las distintas viviendas en las que podrían estar ocultos.

Se trata de dos hombres de unos 30 años, con lazos familiares entre ellos, que habrían salido de copas por la zona de ocio de Fomento tras asistir a una fiesta de pedida de mano en Gijón. Los datos aportados por los testigos y las grabaciones de las cámaras de seguridad permitieron a los policías identificar a uno de ellos en un periodo muy corto de tiempo. Apenas dos horas después de la agresión mortal, los investigadores se personaron en la casa de uno de ellos, en el barrio de Roces, pero su madre aseguró que aún no había regresado a la vivienda familiar. Este individuo estaría oculto ahora en una vivienda de la zona rural. Es el mismo que horas después de la fatal agresión mantuvo una actitud activa y ostentosa en sus redes sociales, llegando incluso a subir capturas de pantalla de mensajes increpantes de otros usuarios. Al conocerse el fallecimiento de José Antonio Justel borró los vídeos cortos de su cuenta, su foto de perfil y privatizó el contenido del mismo. Ayer terminó por eliminar su cuenta de Instagram. Consciente de la gravedad de sus actos criminales, se escondió.

Los perfiles en las redes sociales de los agresores no tardaron en difundirse por distintos grupos ciudadanos de Whatsapp. Circula incluso una foto de los agresores la misma noche que propinaron una mortal paliza a José Antonio.

Los dos principales y únicos investigados por el crimen del pasado sábado huyeron del lugar tras dejar en parada cardiaca a su víctima. La trifulca comenzó en el interior de un local de ocio nocturno. Cuando el portero fue alertado por una joven sobre el conflicto, este expulsó a los hoy investigados por la muerte de Justel. Esperaron a José Antonio en la calle. Por la espalda y en la sien fue el primer golpe, después, ya en el suelo, le asestaron innumerables golpes. Embestidas muy violentas imposibles de parar ni por los testigos ni por el leonés hoy fallecido.

Un acto cruel y cobarde que dejó a un padre de familia en parada respiratoria y con un traumatismo craneoencefálico muy grave. Nada pudieron hacer los médicos por salvarle la vida. Sus familiares donaron sus órganos. Las próximas horas serán determinantes para que la investigación del crimen del próximo sábado llegue a buen puerto. La Policía trabaja a crontrarreloj para tratar de localizar a los autores de la paliza mortal.