El nieto del guardés del agua de Santa Marina del Rey
Estudió Geología y participó durante años en los grupos de trabajo de Urbanismo y Medio Ambiente de Podemos
GUILLERMO MAESE
SANTA MARINA DEL REY.
Martes, 14 de noviembre 2023, 00:30
Un leonés comprometido con el desarrollo urbanístico y medioambiental de la ciudad. José Antonio Justel, padre de familia de 44 años al que le quitaron la vida el pasado sábado en Fomento, estudió Geología. Probablemente su interés por la materia fuera heredado de su abuelo materno, quien ejerció durante décadas de guardés del agua de Santa Marina del Rey. «Era habitual verlo con él por las calles del pueblo durante el verano», contaron ayer a EL COMERCIO vecinos del pueblo.
La noticia de su fatídico fallecimiento corrió rápidamente por esta localidad de 1.800 habitantes. «Es una pena enorme», decían instantes antes de que comenzara su funeral. Largas eran las tardes en Santa Marina para José y su primo Javier. Largas y de buen provecho. Pocos rincones les quedaron sin conocer. A Paco a por el pan y a la terraza a por el refresco. Por momentos fueron inseparables. No serán conscientes nunca sus agresores del daño que han hecho a una familia humilde y trabajadora. A una familia que ya hace siete años sufrió la muerte por enfermedad de Marta, la hermana mayor de José.
Varios años en Correos
José Antonio Justel fue uno de los miembros del grupo de trabajo de la formación Xixón Sí Puede en asuntos como el plan de vías o el plan general de ordenación. Sus compañeros, quienes aseguran que conocía los detalles del anterior convenio del plan de vías mejor incluso que algunos políticos, recuerdan que era un gran defensor de convertir el 'solarón' en un gran parque. «Cuando nadie se planteaba la instalación de zonas verdes, fue de los primeros en hablar de ello», recuerdan. Quienes compartieron horas de debate con él lo califican como una persona «inteligente, culta y comprometida».
José Antonio trabajaba de forma interina en Correos desde hace varios años. En 2021 se presentó en el recinto ferial Luis Adaro a un examen para conseguir plaza fija. Este periódico tuvo la oportunidad de hablar con él sobre sus sensaciones, y aunque se mostraba tranquilo también reconocía la dificultad. «No tengo muchas esperanzas», reconoció a la periodista.
Buen padre, buen hijo y buen amigo. Su familia, sus amigos y su pueblo clama justicia y que la Policía detenga «cuanto antes» a los culpables.