El Polígono, un barrio más verde gracias al IES Rosario de Acuña
El instituto se vuelca en un proyecto para disfrutar de la naturaleza que involucra a vecinos y colegios del entorno
Invitar a todo un barrio a ver crecer fresas, hierbas aromáticas, lechugas, patatas y zanahorias; a leer un libro al aire libre y a ... disfrutar avistando pájaros. Es lo que han hecho los alumnos del instituto público Rosario de Acuña con su proyecto 'Bienvivir en un barrio más sostenible', que presentaron en la biblioteca del centro a las concejalas Natalia González y Loli Patón, así como a representantes vecinales de la asociación Evaristo San Miguel del Polígono de Pumarín y de los centros escolares de sus alrededores -el colegio Evaristo Valle y la escuela infantil Alejandro Casona-, a los que han ido contagiando esas ganas de aprovechar la naturaleza en común.
Todo empezó con un huerto urbano, coordinado por la profesora Clara Rosa Rodríguez, y, como reconoció entre risas la directora, Raquel Álvarez, «se nos ha ido un poco de las manos». Forma parte de la identidad del centro llevar a cabo proyectos que «vayan más allá de lo curricular y tengan su reflejo en la comunidad». Es lo que se denomina aprendizaje-servicio, implica a alumnado de todo el curso y se trabaja en diferentes asignaturas.
Bancal al aire libre
En primero de Bachillerato se encargaron de repensar los espacios verdes del barrio. Según explicaron María Coconeanu y sus compañeros, «una de las propuestas fue realizar actividades en los parques como meditación, yoga o krav maga». También se les ocurrió impulsar «un concurso de tortillas de patata para que los mayores enseñen a los pequeños y luego degustarla todos juntos». En clase de Cultura Científica optaron por promover la ornitología instalando casetas y comederos para pájaros, así como carteles informativos sobre las especies más comunes de Asturias en el parque del alcalde Isidro del Río. Todo ello lo reflejaron también en un vídeo que grabaron en la asignatura de TIC.
El proyecto tenía, además, su parte estadística, que describieron Aitana García y Elena Rivera: «Hicimos encuestas a ESO y Bachillerato sobre qué les gustaría encontrar en los parques y las más votadas fueron circuitos fitness, teatros y conciertos y un herbolario». Los bancales que los alumnos de 3º de PMAR construyeron e instalaron con sus propias manos tanto en el instituto como en la escuela infantil y el colegio incluyen información sobre los colores de la huerta: taninos, clorofila, acidez...
Según Emma Rodríguez, una de las ventajas del proyecto es que «nos conocemos mejor entre nosotros al aire libre que sentados en pupitres». «Queremos que el barrio pueda disfrutar de los bancales y por eso hemos dejado uno libre. Invitamos a los vecinos a venir a coger o dejar alguna planta». También «a regarlas en verano».
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