«Si es preciso llevaremos el 'cascayu' a los tribunales, como la ordenanza de movilidad»

-Debuta como portavoz en el debate sobre el estado del municipio tras la recomposición del grupo tras la salida de Alberto López-Asenjo. ¿Le impone el escenario?

-Lo afronto con responsabilidad y mucho respeto.

-¿Qué nota le pone al equipo de gobierno y por qué?

-Suspenso. La alcaldesa y su equipo de gobierno son especialistas en crear problemas donde no los había. Además de tomar decisiones de forma partidista y sectaria, demostrando poca empatía con los gijoneses. Podemos también hablar del abandono y falta de mantenimiento que padece la ciudad o del caos circulatorio que han generado. Se dedican a hacer política de hechos consumados, en vez de apostar por el consenso en las grandes decisiones.

-¿No cree que la pandemia ha condicionado su gestión y que a cualquiera en su lugar habría tenido que lidiar con ese hándicap?

-Hay que destacar que todas las iniciativas de carácter social sobre la gestión de la pandemia las hemos valorado de forma positiva, pero no se pueden excusar en la crisis sanitaria para tomar otras decisiones sin consenso ni diálogo, como la peatonalización del Muro, a costa además de retrasar otras obras que sí eran necesarias.

-¿Qué tipo de oposición va a hacer el PP que hasta ahora no había hecho?

-El PP debe escuchar a los vecinos de Gijón, conocer sus problemas y darles soluciones. Queremos hacer una oposición cercana a la gente. Para ello el partido ha creado unos 'equipos de barrio' para impulsar la acción política a pie de calle, así como una campaña permanente de aquí a lo que queda de mandato para estar cerca de los gijoneses.

-El acercamiento al PSOE para buscar una salida conjunta al plan de vías, ¿no les puede pasar factura con el electorado suyo que apostaba por tener una estación más céntrica junto al Museo del Ferrocarril?

-El Partido Popular nunca ha renunciado a la centralidad y la intermodalidad de la estación. Seguimos manteniendo que el convenio consensuado en 2018 por tres instituciones de diferentes colores es la mejor opción para ejecutar el proyecto del plan de vías: estación intermodal ubicada en el Museo del Ferrocarril y conectada al túnel del metrotrén. Pero no podemos renunciar a una gran inversión, de 750 millones de euros, y lo que estamos es dispuestos a escuchar y dialogar con el actual gobierno local el convenio que quieren proponer.

-¿Van a buscar más alianzas con el gobierno local para otros proyectos relevantes para la ciudad o se ceñirán solo al ámbito ferroviario?

-Siempre que los proyectos sean positivos para Gijón estaremos dispuestos a sentarnos para negociar y llegar a pactos.

-¿En qué cuestiones considera que PSOE e IU deben priorizar su acción de gobierno de aquí a final de mandato?

-Hace falta un impulso de la economía local con la creación de empleo, bajada de impuestos, mejora de la tasa de actividad y reducir la burocracia. Hay otros temas importantes, entre ellos la movilidad, que se está dando un enfoque que crea muchos problemas.

-¿Le sorprendió el pacto de último hora entre equipo de gobierno y Ciudadanos para aprobar las ordenanzas fiscales?

-Ni nos ha sorprendido ni descartamos que vuelva a suceder. Ciudadanos ya tendió la mano al equipo de gobierno antes de aprobar las ordenanzas fiscales con su voto favorable a la ordenanza de movilidad o en la primera propuesta de peatonalizar el Muro. Desde el inicio de la legislatura a Ciudadanos los vemos sin un rumbo claro de oposición.

-¿Qué posición van a mantener para negociar el presupuesto si se evita una nueva prórroga?

-Necesitamos un presupuesto de recuperación que ayude a reactivar la economía y el empleo, y nosotros ya hemos señalado nuestra línea roja en el momento que han elevado la presión fiscal y no racionalizan el gasto. Nuestra receta es bajar la presión fiscal y gasto eficiente, por supuesto, manteniendo el gasto social en los casos necesarios.

-¿Pronostica que habrá 'cascayu' hasta el final de mandato? Y si es así, qué harán para combatirlo.

-Las actuaciones del gobierno apuntan que tendremos 'cascayu' hasta el final del mandato. Fue una actuación de 'emergencia y temporal' por la pandemia y que, además, no cumple el Plan Especial del Muro. Si las restricciones sanitarias se han acabado, y otras actuaciones como las terrazas, se han quitado, no se entiende que el Muro no recupere su estado original. Igual que llevamos a los tribunales la Ordenanza de Movilidad, recurriremos el 'cascayu' si es necesario.