«Me propuse ir a nado al trabajo»

Con la crisis de los 40, hace ya seis años, Pablo Pedraz se propuso hacer travesías por mar, empezó a entrenar en el Grupo Covadonga y se federó en natación. De una afición que surgió para cuidarse y hacer más ejercicio, hoy ha descubierto una nueva forma de trasladarse hasta el trabajo cuando hay buen oleaje.

«Mi casa queda cerca de Poniente y mi trabajo al lado de San Lorenzo, ¿por qué no venir nadando? Estoy en horario de deporte y vengo con boya, neopreno y hasta con la mascarilla para ponerla al salir del agua», plantea Pedraz sin más rodeos.

Este gijonés, nacido en Salamanca pero criado en Asturias, salió ayer de casa con el traje de neopreno puesto. A las 8.25 horas se zambulló en las aguas de la playa de Poniente y una hora y cinco minutos después, ya había llegado a la orilla de la playa de San Lorenzo, a la altura de la escalera 15. Desde allí, con 2.3 kilómetros a nado sobre las espaldas, caminó hasta su tienda Electroparque Miele, en la calle Torcuato Fernández-Miranda, para empezar la jornada de trabajo.

«Se puede hacer otro tipo de movilidad que no tenga que ser un medio rodado, se puede venir de muchas formas: en bici, caminando, corriendo después de salir del trabajo a casa; y ahora, pues he decidido venir nadando», dice este comerciante infatigable, quien al cerrar la tienda preveía volver por mar hasta casa.

Pedraz asegura que el mar le apasiona desde niño y la natación le hace sentir «libre y en contacto con la naturaleza, me hace feliz». Por eso, pide a toda la ciudadanía que mantenga el agua limpia y a quienes se desplacen en embarcaciones o motos acuáticas o algún deporte en el mar, que «tengan cuidado con los nadadores de aguas abiertas».

Para el 29 de junio, a Pedraz le gustaría que se pudiera organizar, como cada año, la Travesía de Natación de San Pedro.