«Quiero volver al cole, lo importante es estar todos juntos»

«Todos juntos. Una gran familia», rezaba una de las pancartas que los alumnos del San Vicente de Paúl mostraban frente a su centro, al que no podrán volver este curso a causa del derrumbe del pasado 5 de enero. Cerca de doscientos niños, padres y profesores se reunieron a primera hora de la tarde, convocados por EL COMERCIO, para manifestar su unión y pedir una solución rápida y eficaz para recuperar la enseñanza presencial. El sentimiento era unánime, pero lo resumía así Marina García González, alumna de una de las clases afectadas por el siniestro: «Quiero volver al cole, online es muy aburrido. Queremos ver a los compañeros y jugar en el recreo. Y doy gracias por estos diez años que pude disfrutar del colegio».

Ni ella ni sus compañeros tienen preferencias, lo único que desean es que se encuentre un lugar para reubicarlos. «Me da igual dónde nos pongan, como si es la Feria o el Palacio de los Deportes: lo importante es estar todos juntos», manifestaba, vestida con el chándal azul marino y rojo característico del centro. «Es insostenible mantener la enseñanza online durante mucho tiempo, ya que los niños se distraen con facilidad y no son capaces de atender, por no hablar de la cantidad de padres que no pueden conciliar. Necesitamos que nos realojen, lo ocurrido es una auténtica desgracia y solo pedimos un sitio donde podamos continuar con las clases», señalaba por su parte Laura Acebedo Oliva, madre de dos niñas del centro.

María Gasset, de 15 años, empezó este mismo curso en un centro en el que estaba «empezando a estar cómoda, a encontrar mi lugar al volver a las clases tras la pandemia, y todo se ha estropeado por esta situación», lamentaba. Para los abuelos, como Jacinto González, «también está siendo difícil, porque muchos padres trabajan y con las nuevas tecnologías tenemos que intentar hacer lo que podamos». Una profesora reconocía que «a nivel emocional está siendo muy difícil, porque no sabemos qué va a ser de nosotros ni qué futuro va a tener el colegio, aunque esperamos que sea recuperable, si no es en este curso en el próximo» y pedía a las autoridades que tengan en cuenta de cara a buscar posibles ubicaciones que «es fundamental para los niños permanecer juntos, al menos por clases». Y Santiago López-Urrutia, vocal de la Ampa y padre de un niño de una de las aulas afectadas, remarcaba: «Esstamos muy contentos con la preocupación que han mostrado tanto la Consejería de Educación como el Ayuntamiento y los partidos, pero una cosa es la voluntad política y otra la realidad. Nos preocupa la gestión de la burocracia».

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