Reparar el argayo del Parisu, en Cenero, podría costar medio millón de euros

Han cesado las precipitaciones y aunque después de tres semanas de lluvias la tierra aún está húmeda ya es momento de evaluar los daños. Sin duda, la más castigada ha sido la zona rural, con al menos doce hundimientos o argayos de diferente gravedad, inundaciones en caminos y árboles caídos repartidos por las parroquias de Cenero, Fano, Lavandera, Leorio, Deva y La Predera (Fontaciera). «Vivimos con ello todo el año», reconocía resignado el presidente de la Federación Les Caseríes, Manuel González-Posada, incapaz de enumerar todos los daños.

El argayo más problemático es el del camín del Parisu, en Cenero, que se produjo en la madrugada del pasado miércoles y provocó el corte del suministro del agua, que ya ha sido repuesto. Se estima que su reparación podría costar medio millón de euros. Gilberto Villoria Palacios, jefe de las brigadas de la zona rural, encargadas del mantenimiento de un 78% de la superficie del concejo, que durante los últimos días no han tenido apenas tregua, explica que el pasado sábado se hicieron «tres penetraciones para realizar un estudio geotécnico que se complementarán hoy con otras tres a pie de talud, para lo cual resultó necesario esperar a que drenase un poco el terreno». Con el resultado del estudio geotécnico en mano se definirá la solución para la zona, aunque «la intención es agilizarlo lo máximo posible». El argayo, según explicó la presidenta vecinal, Consuelo González, «afecta a unos cuantos vecinos, entre ellos un señor de más de 90 años a quien la ambulancia tiene que atender a menudo, pero ahora no puede pasar».

También se produjo un hundimiento en el camín de Folgueres y preocupa mucho el del Gamonal, «que lleva dos años sin tocar». La presidenta vecinal considera que «aunque lo que llovió es inusual no es normal que en la época en que estamos las carreteras principales estén sin limpiar». «¿Quién mira para la zona rural?», se pregunta.

Fano también sufrió derrumbes. En el camín del Carbonero se produjo un argayo importante. Según el presidente vecinal Manuel Jorge Rodríguez, «es como si se hubiera fundido el terreno quizá por una corriente subterránea», provocando la rotura y desplazamiento de los paños de hormigón. La obra parece cuantiosa. En el resto de los argayos, «se han señalizado y retirado los arrastres que invadían la calzada para comenzar a abordar las obras que se requieran».

Entretanto, en plena urbe, se cumplen hoy tres semanas desdel desplome de unos veinte metros de acera en el camín de la Tejerona, producido por los trabajos de excavación realizados para construir un edificio, y el vial sigue cortado al tráfico. Según alertan vecinos de Ceares y de Viesques, «al ritmo que van las obras, con una lentitud desesperante, esto no va a estar reparado en mes y medio. No han hecho ni una hora extra».

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