¡Respeto a los muertos!
La proximidad de las fechas en las que se solía visitar El Sucu nos llevó a hacer un llamamiento en pos de los buenos modales
Domingo, 23 de octubre 2022, 01:03
Pronto los camposantos se volverían a llenar de visitantes honrando a sus deudos. Pero... ¿de la forma debida? EL COMERCIO creía que no. Ni por parte de muchos de quienes acudían a los cementerios, ni tampoco por las autoridades, que seguían sin tener en condiciones las vías de acceso a este lugar. Todo lo contrario. El camino al cementerio, «ese trozo de pronunciada cuesta que parte de la carretera de Ceares y que desde hace bastantes años constituye la preocupación y hasta el espanto de los conductores», estaba lleno de baches, piedras salientes -«y a veces agudas como cuchillos»- y todo tipo de obstáculos imposibles para con las ballestas de los vehículos.
Eterna disputa esa la del mantenimiento municipal. Pero no la que nos afectaba en esta ocasión. Hace 75 años, EL COMERCIO decidió centrarse en el orden moral y en las alteraciones del mismo que, al parecer, se sufría con el tránsito de muchas personas que no sabían comportarse en tan sagrado sitio. Por ejemplo: «está muy bien que deudos y amigos de los que murieron acudan al cementerio a arreglar las tumbas o nichos de sus muertos queridos. Muy noble y caritativo es ese gesto, pero téngase en cuenta que no debe convertirse tal cuidado en un motivo para todo lo contrario, es decir, en una ocasión de hacer de aquello poco menos que una alegre romería».
Porque eso parecía noviembre en El Sucu. En primer lugar, por «el tono de las conversaciones dentro del sagrado recinto. Y eso admitiendo que allí, los visitantes, sostengan conversaciones, que es de suponer que solo será cuando tengan cosas que decirse. Allí se debe acudir tan solo a rezar y a meditar», tanto en el día de Difuntos como «en las demás fechas en que la gente se reúne en tal sitio para limpiar y arreglar las sepulturas». Pero, además, preocupaba que muchos caballeros se paseasen por allí tocados con sombrero, «sin el menor respeto. Hay que advertir a estos que si tienen la costumbre de descubrirse ante la cruz y ante los muertos, allí es preciso esté constantemente destocados, ya que entre muertos están». No era serio aquel cementerio...
