Mina Longo da el pistoletazo de salida a una masiva Semana Grande: «Gijón está en un nivel superior pero no vamos a tener sitio para tantos»
Cientos de personas han escuchado a la cantante, muy emocionada y con los nervios a flor de piel, que ha interpretado varias canciones durante un pregón muy musical
Avisó de que iba a improvisar y a cantar durante su pregón y lo cumplió con creces. La cantante Mina Longo dejó fuera los papeles y dejó fluir a borbotones sus sentimientos desde la balconada del Ayuntamiento durante más de 25 minutos en una declaración de amor musical a Gijón y a los gijoneses con la que dio el pistoletazo de salida a las fiestas de Nuestra Señora de Begoña.
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Su intervención estuvo jalonada por cuatro canciones con las que buscó la complicidad del público que abarrotó anoche la plaza Mayor y coreó algunos de los temas. Homenajeó a El Llano, barrio en el que se crió jugando en la calle y estudió con la pieza 'Ay Gijón de mis amores' con un oportuno cambio de estrofas. Siguió con un recuerdo a Cimavilla y a su tía Amparo que vendía pescado en el barrio alto con el 'Pescadores' de Manolo Carrizo. También tuvo tiempo para rendir tributo a la gastronomía gijonesa y dentro de ella la sidra y el reciente reconocimiento de la Unesco a la cultura sidrera con el 'Restallar de Asturias'. Y cerró el pregón con un emotivo recuerdo a su padre, trabajador de Emulsa que murió atropellado cuando tenía 14 años, con una de sus tonadas favoritas, 'La mina y el mar', dedicada a Mina La Camocha.
Longo salió al encuentro de los gijoneses y los visitantes congregados en la plaza Mayor vestida con un favorecedor atuendo juvenil compuesto por una blusa asimétrica de color rosa, shorts y sandalias. Lo primero que hizo fue agradecer su designación como pregonera de la Semana Grande de Gijón y destacó que ella, que ha recorrido mucho mundo en sus 43 años de trayectoria musical (ha actuado en países como México, Francia, Alemania y Bélgica), siempre ha tenido ganas de volver a un Gijón del que se siente «completamente enamorada». «Siempre he llevado a Gijón por bandera», «Gijón ye mucho y «Gijón ye tremendo» concatenó en un pregón que empezó con unos nervios de los que se desembarazó a medida que fue dando rienda suelta a ese poderío vocal que a punto estuvo de servirle para representar a España en Eurovisión en la edición de 2001 en que fue elegido David Civera.
También destacó que Gijón tiene mucho margen de crecimiento y está envuelta en el auge del turismo. «En Gijón y en Asturias estamos muy bien mirados en el mundo porque somos hospitalarios, sinceros y acogemos a cualquiera», señaló entre aplausos. «Gijón está en un nivel superior pero no vamos a tener sitio para tantos», bromeó. Una chanza que continuó con una invitación a la gente foránea a «repoblar» los pueblos de Asturias.
En el cierre de su pregón animó a gijoneses y visitantes a «disfrutar de las fiestas» recordando una sentencia que atribuyó al mismísimo Jovellanos: «No hay poco tiempo, sino personas que nos saben disfrutarlo». E instó a disfrutar «siendo libres, sin fronteras, respetando a los demás y sabiendo que cada verdad es una propia». También tuvo una mencíon para la alcaldesa Carmen Moriyón, que no pudo asistir al pregón de este año y compartir brindis con otros concejales de la Corporación gijonesa por imperiosos motivos personales.
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