«El 'solarón' debería ser un parque de arbolado y refugio medioambiental»
«Queremos que el protagonista sea el árbol, que aporta beneficios ecosistémicos por encima de otros elementos vegetales»
El Servicio de Parques y Jardines ha estado últimamente de actualidad por su trabajo para tratar de evitar la expansión del picudo rojo, un escarabajo ... que se ceba con las palmeras canarias de la ciudad, muchas de las cuales sucumben ante la voracidad de las larvas. Desde hace unos meses, la responsable de este servicio es Marta Nosti (Siero, 1963), que coge el testigo de Juan Carlos Martínez, quien colocó a Gijón como una ciudad referente en el mundo de la jardinería en España. Esta ingeniero técnico agrícola de la especialidad de jardinería, que durante un año trabajó como coordinadora del proyecto Gijón Ecorresiliente, tiene la responsabilidad de mantener a la ciudad en lo más alto con proyectos cada vez más ambiciosos.
-Al retirarse Juan Carlos Martínez dijo que su labor había sido modernizar la jardinería en Gijón. ¿Seguirá con esa filosofía?
-Cojo el relevo de Juan Carlos con gran responsabilidad, porque técnicamente tenía el listón muy alto. Él empezó a intervenir con una visión de futuro poco frecuente, se anticipó e innovó con proyectos que no eran propios de una administración local en su momento y que son reconocidos a nivel nacional. Vamos a ir por esa línea, pero la jardinería va a cambiar, condicionada por el cambio climático.
-¿En qué cambiará?
-Ahora buscamos especies resilientes y cambia el protagonismo del jardín urbano y no urbano. En muchos casos era el césped y ahora queremos que el protagonista sea el árbol, que aporta beneficios ecosistémicos por encima de otros elementos vegetales. Nos vamos a centrar mucho en mejorar y aumentar la capa arbórea.
-¿Harán falta nuevas especies?
-Sí, sí. Una de las actuaciones dentro del proyecto Gijón Ecorresiliente está dedicada a buscar especies adaptadas, poco exigentes en riesgo y poco sensibles a las plagas.
-Precisamente, estamos viendo lo que ocurre con las palmeras canarias y el picudo rojo...
-Es la que está más de actualidad en Asturias. Pero Europa retiró la normativa que la regulaba como plaga y determinó que se convivía con ella. Lo que vamos a hacer es intentar salvar el mayor número posible de palmeras, pero sabiendo que no las vamos a poder salvar todas.
«Hay mucho tilo»
-¿El cambio climático puede traer otras plagas?
-Sí, sobre todo si se abusa del monocultivo. Es de lo que intentamos huir. Vamos a hacer una reposición de aproximadamente 500 árboles que se empezarán a plantar después del verano y buscamos que sean especies adaptadas, pero no abusar de una especie.
-¿Por qué?
-En Gijón hay un problema que se repite en varias calles y es que hay mucho tilo. Es precioso, pero da problemas porque parasita un pulgón que deja una melaza que se queda pegada al suelo y la gente protesta. Ocurre, por ejemplo, en Begoña. Además, hay especies que tienen poco sistema radicular (raíces) y con los temporales vemos que siempre caen las mismas especies. Entonces, lo que intentamos es variar en especies, plantar arbolado con calidad y en el momento adecuado. Es decir, con criterio técnico.
-¿Hay algunas especies por las que teman en especial?
-No es una especie ornamental, pero tenemos afectado el castaño, en la zona periurbana, por la avispilla del castaño. Es un dolor, porque el castaño sí es nuestro, sí estamos perdiendo un patrimonio. Pero este tipo de plagas la lleva el Principado desde Sanidad Vegetal. Por otro lado, también habrá especies que se van a debilitar por la situación, que van a sufrir estrés hídrico, situaciones confusas de temperatura, van a empezar a brotar cuando no deben... Con el cambio climático, los procesos naturales se van a alterar y eso las va a debilitar.
-Siempre se dijo que Gijón era una ciudad un poco complicada para poner árboles en sus calles debido a la estrechez. ¿Cómo se puede solucionar eso?
-No es una peculiaridad sólo de Gijón. En general, todo el mundo quiere renaturalizar, pero no hay espacio. Un árbol no sólo necesita sitio para la parte aérea, sino también para su sistema radicular, para que tenga su buen anclaje y oxigenación. Lo vemos con Gijón Ecorresiliente, no es lo mismo naturalizar La Calzada que Viesques. Poner arbolado en viales muy estrechos compromete la vida de los árboles. Técnicamente, tenemos que afinar mucho con la especie, que tenga tendencias piramidales y que no vampirice las tuberías.
-Los términos sostenibilidad y renaturalización están de moda, pero en Gijón ya se aplican desde hace tiempo, ¿no es así?
-Gijón lo lleva haciendo desde antes de que estuviera de moda. Cuando llegué al Servicio de Parques y Jardines, lo que más me sorprendió fue el proyecto Arco medioambiental. Es lo más potente que tiene Gijón. Otras ciudades están decidiendo ahora esos planes de hacer anillos verdes perimetrales y Gijón lo lleva haciendo desde 2002 y es un proyecto a 30 años.
-¿Qué puede esperar el ciudadano de eso?
-Va a aportar una gran mejora medioambiental a la ciudad. Hace poco se plantaron 1.500 ejemplares de frondosas en pleno polígono de Roces y creo que esta actuación está pasando de forma muy discreta para la ciudadanía.
-Lo que no pasa inadvertido es el 'solarón' y su futuro como parque. ¿Cómo debería ser desde un punto de vista técnico?
-Aún no tengo ningún estudio técnico, pero creo que esa parcela se merece un buen parque, con una buena dotación presupuestaria y estudiar mucho las necesidades de los usuarios. Como pulmón para la ciudad, esa zona sería fantástica. Pero sobre todo sería un parque de arbolado y que fuera refugio en todos los aspectos medioambientales. Habría que zonificarlo, porque tenemos la intensidad de los perros, habrá que hacer sus zonas como para el resto de usuarios. Pero, sobre todo, hacer un proyecto serio y respaldado económicamente, porque no es lo mismo poner verde que hacer un parque.
-Incluso puede afectar hasta el tipo de suelo...
-Tenemos capacidad para adaptar los suelos que necesitamos. En Gijón Ecorresiliente trabajamos con tecnosuelos y nuevas técnicas de plantación que benefician en la implantación de arbolado, como el sistema Estocolmo.
-¿Todo esto se puede hacer desde el Servicio de Parques y Jardines?
-Juan Carlos Martínez dejó un equipo de técnicos muy solvente. Yo digo que es el mejor proyecto que hizo. Es un equipo que está absolutamente volcado con los nuevos proyectos, porque ven que hay disponibilidad presupuestaria para cosas que tenían muchas ganas de hacer. Es muy poco frecuente que Parques y Jardines esté dotado de personal tan cualificado. Hay que darse cuenta, por ejemplo, de que gestionamos el mantenimiento de 43.000 árboles, de los que unos 10.000 están en viarios y el resto en zonas verdes. Un servicio así debe tener capacidad de inspectores, de técnicos... A pesar de que recibimos muchas críticas de la población, estamos abiertos a que los vecinos nos llamen y se informen de lo que hacemos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión