Salud deja de hacer pruebas contra el cáncer en Jove y deriva pacientes al HUCA

Quince años después, los pacientes del Área V –y muchos de otras áreas, que eran derivados por el Servicio de Salud del Principado (Sespa) a Jove– ya no pueden realizar esta prueba en Gijón. Desde principios de año, están siendo derivados al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para someterse a este procedimiento diagnóstico de tomografía por emisión de positrones (el denominado PET/TAC) .

El hospital de la capital asturiana –que, con la apertura de las nuevas instalaciones en La Cadellada, estrenó ya su propio tomógrafo nuclear con escáner– incorporó recientemente un segundo equipo, mucho más avanzado y con altas prestaciones, capaz de detectar masas anómalas de menos de un centímetro. Con él se dio un paso de gigante en el diagnóstico precoz y tratamiento del cáncer, pero también de ciertas patologías inflamatorias o de enfermedades raras. Además reduce casi a la mitad el tiempo de realización de las pruebas.

Su puesta en funcionamiento motivó que el Sespa no volviera a concertar con Jove más pruebas de este tipo. Las últimas se llevaron a cabo en diciembre del año pasado. Desde entonces, las instalaciones ubicadas en un edificio propio, en una zona próxima al aparcamiento de radioterapia de Jove, permanecen cerradas.

El aparato, que comenzó a funcionar en 2009, supuso una inversión cercana a los 1,5 millones de euros. El grueso de esa inversión lo aportó la empresa Grupo Recoletas, propietaria de más equipos de este tipo en España y promotora del proyecto de Jove.