Trump consigue que el Senado retire 9.000 millones en ayudas que ya habían sido aprobadas

Con ello Trump institucionaliza lo que había intentado lograr por la vía rápida el pasado 1 de mayo, cuando ordenó mediante orden ejecutiva a la Corporación para la Radiodifusión Pública (CPB, por sus siglas en inglés) cesar toda la financiación federal a estas emisoras. En realidad, la contribución del Gobierno a NPR y PBS es solo de entre el 1% y el 13%, por lo que se espera que sobrevivan a los recortes. Ambas garantizan en sus principios fundacionales servir al interés público en lugar de a los intereses corporativos, al evitar depender exclusivamente de anunciantes gracias a donaciones individuales y de fundaciones.

Como los fondos federales ya habían sido adjudicados por el Congreso en previas sesiones, la orden ejecutiva de Trump fue disputada en los tribunales. Por eso la Casa Blanca decidió recurrir a una figura que no se ha usado en varias décadas, la de pedir al Congreso que legisle para retractarse de esa dotación.

Lo que más preocupa a algunos de los legisladores republicanos que le han dado su voto es la cesión de poderes que supone por parte del Congreso. La Oficina de Presupuestos de la Casa Blanca «no se ha molestado en hacer sus deberes», se quejó el senador republicano Thom Tillis, que aun así votó a favor, porque la cifra total le parecía «demasiado pequeña» como para enfrentarse por ella.

Solo dos senadoras republicanas han optado por señalarse. Susan Collins alegó que «el escueto texto que se envió al Congreso incluía muy pocos detalles y no proporciona un desglose de los recortes específicos por programa». Como ejemplo citó los 2.500 millones de dólares (2.156 millones de euros) a recortar en 'Asistencia al Desarrollo', un apartado que incluye ayuda exterior a educación básica, agua, saneamiento y seguridad alimenticia. La Casa Blanca lo considera «antiamericano» y «un despilfarro» de gasto, «pero no sabemos qué programas en concreto se verán afectados», advirtió la senadora de Maine. Su colega de Alaska, Lisa Murkowski, mostró una alerta sísmica distribuida en los teléfonos por la afiliada local KUCB sobre un terremoto que el miércoles afectó a las islas Aleutian, como ejemplo del servicio público que prestan estas emisoras.

No logró salvar el subsidio que el Congreso les presta desde hace más de seis décadas. Las negociaciones, que se prolongaron hasta la madrugada, redimieron el programa de Emergencia Presidencial para Alivio del Sida (Pepfar, por sus siglas en inglés), creado por George W. Bush en 2003, que ha salvado cerca de 26 millones de vidas en el África subsahariana y ha permitido que 5,5 millones de niños nazcan sin el virus. Sobrevive también el programa de Alimentos por la Paz, con fondos dirigidos a Jordania y Egipto.

El paquete de rescisión presupuestaria por valor de 9.000 millones de dólares, de los cuales 1.100 millones estaban destinados a la Corporación para la Radiodifusión Pública, se aprobó en el Senado por 51 votos a favor y 48 en contra y estaba previsto aprobarse en la Cámara Baja esta misma madrugada, para que Trump firme la ley este viernes.

El arquitecto de este giro institucional es Russell Vought, director de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca y líder del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), creado por Trump para maximizar el poder ejecutivo sobre los fondos federales. Vought ha anticipado que volverá al Congreso con otras partidas a rescindir. Este mismo jueves se encontraba en las oficinas de la Reserva Federal revisando físicamente los presupuestos gestionados para su renovación por su presidente, Jerome Powell, cuya dimisión Trump pide públicamente.