La fuerza del mercado chino es imparable
Pocos dudan que China se convertirá en el corto plazo en la primera potencia económica mundial. Un régimen comunista con una economía de mercado es ... imparable. La población china está acostumbrada a trabajar día y noche sin descanso por unos salarios irrisorios en comparación con los del resto del mundo y contra eso no se puede competir. Su mercado interno es inmenso y con la sobreproducción se pueden permitir el lujo de vender sus productos al mejor precio incluso con la penalización de los aranceles que se les impongan para proteger otros mercados. Además, ya están empezando a producir en terceros países para eludirlos. En el caso de la automoción tenemos varios ejemplos, pero el más claro es el del fabricante BYD. Un gigante mundial que está presente en los sectores estratégicos de la economía, y en lo que atañe a la fabricación de automóviles es capaz de diseñar y producir toda la tecnología necesaria para su fabricación sin depender de terceros. Desde plataformas específicas, a baterías o propulsores térmicos. Todo lo fabrican ellos mismos con unos resultados tecnológicos espectaculares. Acaban de presentar el nuevo Dolphin Surf, un vehículo 100% eléctrico de uso urbano con una estética muy atractiva, y que posicionan como el más barato del mercado.
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