Adiós a Juan Carlos Martínez Gauna, director de EL COMERCIO y periodista irrepetible
Llevó las riendas del diario de 2002 a 2004, donde impulsó su modernización y vivió grandes acontecimientos. Jamás perdió su vínculo con Asturias
El periodismo perdió ayer a uno de sus grandes valores, un hombre y profesional irrepetible que, entre 2002 y 2004, dirigió EL COMERCIO, pero cuya huella aún pervive en esta casa y lo hará ya para siempre. Juan Carlos Martínez Gauna, vitoriano de nacimiento (1957) y gijonés por derecho propio y convicción desde aquel corto pero intensísimo periplo en el diario, falleció ayer en su casa de Bilbao víctima de un cáncer fulminante que apenas le dio tregua en los últimos meses. Llevaba años retirado de la profesión pero tan atento a la actualidad como cuando ejercía, a la nacional, a la internacional y a la asturiana, que seguía de cerca y apasionadamente.
La pasión es probablemente la seña de identidad más propia de su forma de entender el periodismo, siempre lleno de un entusiasmo desbordante que supo transmitir a la Redacción e inocular en las nuevas generaciones. Para todos tenía tiempo un director que jamás cerró la puerta de su despacho y que llegaba el primero y marchaba el último, siempre con las mangas de la camisa remangadas, siempre con el 'mono' puesto.
Exigente como pocos, trabajador hasta la extenuación, el rigor era otra de las marcas de la casa, una casa siempre al servicio «de quienes nos leen y quienes nos compran». Persona insobornable, en todo momento se puso al lado de sus periodistas cuando las aguas bajaron turbias, con esos modos de 'director paraguas', refugio y soporte para los suyos, que aquí instauró Francisco Carantoña, al que admiraba pese a no haber coincidido en el tiempo, y que hoy perdura como modelo.
Juan Carlos Martínez Gauna, Gauna para casi todos, llegó a EL COMERCIO en abril de 2002, en sustitución de Juan María Gastaca. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense empezó su carrera en la edición alavesa de 'El Correo', gérmen del grupo Vocento en el que se integra nuestra cabecera. Allí empezó como reportero y pronto destacó como cronista deportivo. Y de allí pasó a la central del diario en Bilbao, donde fue primero jefe de local y después de reportajes y fin de semana. En 1994 volvió a su Vitoria natal ya como director de 'El Correo de Álava', cargo que desempeñó hasta su desembarco en Asturias.
Del 11-M al compromiso real
Aquí capitaneó una profunda transformación del periódico y sentó las bases de organización de la Redacción que hoy se mantienen, pero sobre todo inoculó esa forma tan suya de ver el periodismo, siempre lleno de pasión y de entusiasmo. Le tocaron vivir a Gauna desde esta misma Redacción momentos intensos, algunos ciertamente dramáticos: el peor de todos ellos, el 11 de marzo de 2004. Aquella mañana, el director decidió publicar un número extra vespertino que ya es historia y forma parte de lo mejor de nuestra hemeroteca. Algo parecido, aunque lejos del drama, había sucedido unos meses antes, en octubre de 2003, cuando el entonces Príncipe Felipe anunciaba su compromiso con una asturiana: la periodista del Telediario de TVE Letizia Ortiz Rocasolano. Entonces fue un suplemento lo que se gestó en apenas unas horas gracias a su empuje mayúsculo.
Curiosamente, hacía apenas unos días que el propio Gauna había sido recibido por el ahora Rey en audiencia junto a una representación del periódico, encabezada por él y el entonces director general, Julio Maese, con motivo del 125 aniversario del rotativo. Fue coincidiendo con la entrega de los Premios Príncipe de Asturias de aquel año. Muy poco después, formó parte de la delegación asturiana que se trasladó a Nueva York con la Fundación Príncipe y pudo asistir a un rodaje de Woody Allen.
Con el Sporting sufrió igual que si hubiera nacido en la Gota de Leche como su entonces director adjunto y para siempre amigo entrañable, José Antonio Rodríguez Canal. Le tocaron tiempos, como los actuales, en Segunda, y con el rescate de Mareo reciente y la venta de Villa al Zaragoza.
Haciendo tándem con otro compañero y para siempre amigo, Benjamín Lana, entonces subdirector del periódico y hoy presidente de la división de Gastronomía de Vocento, Gauna supo mezclar exigencia y rigor con cariño y formar un equipo compacto, «macizo» en una de sus palabras favoritas.
Tras su paso por EL COMERCIO, se trasladó a Madrid, donde fue nombrado director adjunto de 'Abc', el rotativo nacional del grupo. En la capital trabajó hasta 2007, año de su regreso a 'El Correo' como director. Ejerció hasta 2016. Con la misma pasión e idéntico empuje con el que había trabajado toda su vida, Gauna decidió entonces que había llegado el momento de ver los toros desde la barrera y tomó la decisión de retirarse. Nunca desde entonces dejó de estar al tanto de todo cuanto acontecía a su alrededor, siempre con una mirada despierta, esa que nunca deja quien ha nacido para ser periodista, pero ya sin las obligaciones del día a día y pudiendo dedicar tiempo a sus otras dos pasiones: viajar y su familia, muy especialmente su madre y su compañera Isabel.
Quienes hacemos EL COMERCIO las acompañamos hoy en un dolor que es también el nuestro porque, sobre todas las cosas, Juan Carlos Martínez Gauna es y siempre será uno de los nuestros. Hasta siempre, capitán.