Políticos y presupuestos
Los políticos, que como casi todo el mundo andan a lo suyo, suelen aprovechar la aprobación de presupuestos para debatir sus diferencias, que es lo ... suyo, pero con frecuencia para marear con los intereses públicos y, por supuesto, privados. En España, sin ir más lejos, enfrentamos muchos y variados problemas por falta de presupuestos del Estado ya dos legislaturas y, lo más que probable, una tercera en el próximo año.
Lamentable y fatal comoquiera que se mire. Que los miembros de un pequeño partido puedan valerse de sus intereses electorales o de lo que sea para fastidiar la vida de los demás resulta indignante y, lo que es aún peor, un pésimo ejemplo de los valores reales de vivir en democracia. Pero el mal de muchos consuelo de lo que sea, nunca sabemos si de tontos o de muy listos, a los españoles, como también podríamos decir de los franceses, ante esta situación no somos los únicos diferentes.
Tenemos un caso más claro y grave incluso en los Estados Unidos. En ese gran país nada menos, donde Donald Trump juega con las guerras y los aranceles como los niños el día de los Reyes Magos para gobernar al Mundo –y los dólares se imprimen sin especiales preocupaciones–, llevan más de mes y medio sin presupuestos. La diferencia con casos como el de España es que allí, además de pararse los proyectos y las actividades públicas, los funcionarios se quedan en el paro, sin cobrar.
Ya no es la primera vez que esto ocurre y la situación se había prolongado tres o cuatro días. En cambio, la actual ya se prolonga cuarenta y tres, más de cinco semanas en que cuarenta mil familias están viviendo de los ahorros, ayudas familiares y préstamos, porque las nóminas oficiales están paralizadas y no se normalizarán hasta que las cosas cambien. Republicanos en el poder y demócratas en la oposición, los dos únicos partidos que cuentan en la Cámara de Representantes, el equivalente a nuestro Congreso, no llegan a un acuerdo.
Naturalmente que tienen sus diferencias, pero que en los hogares de los empleados públicos se esté pasando hambre porque no hay dinero para la compra, hace el asunto mucho más delicado. Hay quejas de todo tipo, por supuesto, pero los funcionarios aguantan, ¡qué van a hacer!, quizás porque tienen una actividad que en teoría les garantiza empleo y sueldo para toda la vida, aunque luego vienen los políticos y se toman la revancha dejándoles sin sueldos hasta nadie sabe bien cuándo. Entre tanto, además, a vivir con la preocupación de que con los futuros presupuestos algunos puestos hayan desaparecido. Y quedarse en el paro siempre inquieta.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión