Déficit de maquinistas
La actuación del Ministerio de Transportes merece una respuesta del Principado a la altura de sus responsabilidades
El pasado lunes se inició el primer corte total de una calzada en la autopista 'Y' por las obras que se realizan para construir el ... tercer carril. Aunque se había advertido al público sobre la conveniencia de utilizar itinerarios alternativos, los atascos y la circulación ralentizada afectaron a la autopista y a las vías alternativas. A las dificultades para desplazarse por el área central asturiana se sumó la suspensión de servicios de Renfe Cercanías. Cinco de ida y vuelta entre Oviedo y Avilés y una veintena larga por la zona central. De los quinientos servicios diarios de Cercanías, un 5% quedaron anulados, ofreciendo al público la posibilidad de desplazarse por carretera en autobuses y taxis; medio millar de viajeros se acogieron a esas fórmulas sustitutivas. Las anulaciones fueron debidas a la falta de maquinistas al coincidir un elevado número de bajas laborales con permisos solicitados para estas fechas. Es de reseñar que las anomalías en los servicios estuvieron precedidas de ruegos realizados por las autoridades a los ciudadanos para que no utilizaran vehículos privados y se animaran a viajar en tren. Ante esta situación el presidente del Principado juzgó de «inaceptable» las suspensiones de Renfe y «exigió a Ministerio de Transportes que solucione el problema». Sobre el particular Renfe anunció que va a iniciar un concurso interno de provisión de nuevas plazas de maquinistas para Asturias, sin precisar de qué cifra habla.
Menos la lluvia caída esos días, todos los elementos que participaron en los atascos, ralentizaciones de tráfico o suspensiones de servicios ferroviarios proceden de un mismo ente, el Ministerio de Transportes, que no ha planificado bien la obra del tercer carril de la autopista, ni supo tomar medidas para anticiparse al déficit de maquinistas. Decir que van a realizar un concurso de provisión de plazas para Asturias es irritante, cuando el problema sucede esta semana y, probablemente, lo volvamos a vivir antes de que acabe el mes cuando se aplique la última capa de rodadura. El Principado cifró, por su cuenta, en doce el número de maquinistas que Renfe debería incorporar a su plantilla para garantizar un servicio de Cercanías de calidad en la región y poder cubrir las bajas laborales que pudieran surgir. Nada indica que podamos contar con ellos. Llama la atención la indiferencia o desinterés con que contempla el Ministerio de Transportes todas estas incidencias negativas para la región. En la mente de todos está el escándalo de los trenes que no cabían por los túneles, que se saldó con las dimisiones de la secretaria de Estado de Transportes y el presidente de Renfe, dando paso al Acuerdo de la Castellana, donde quedó especificado que se renovaría toda la flota de trenes de Cercanías antes de finalizar el año 2026. En total serían 35 trenes. Cuesta pensar que en tres años se contará con ese parque móvil, cuando son incapaces de asignar una docena de maquinistas para prestar servicio en las vías asturianas. El consejero de Fomento, Cooperación Local y Prevención de Incendios, Alejandro Calvo, advirtió del peligro que suponen las suspensiones de servicio porque pueden truncar las expectativas levantadas en torno a las Cercanías ferroviarias, una vez que el Ministerio de Transportes se comprometió a desarrollar un plan que alcanza los 1.500 millones de euros.
Estamos ante una situación política especial, con un Gobierno en funciones; existe una gran incertidumbre, sin que se pueda afirmar que vaya a dar paso a la investidura de un presidente o a la convocatoria de nuevas elecciones para principios del próximo año. Aun con todos esos interrogantes, el Principado no puede tolerar la inoperancia del Ministerio de Transportes y sus empresas públicas en todo a lo que se refiere a la gestión de las actuaciones que son de su incumbencia. Las Cercanías ferroviarias son esenciales para la movilidad de los asturianos, la ordenación del territorio y la vertebración de las comarcas. No es de recibo que nos topemos con tantos obstáculos.
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