Un lío de casetas

Y es que si por algo es conocida Xixón es por ser una ciudad lúdica con una enorme vida en las calles, con múltiples cafés, bares, sidrerías y restaurantes con terrazas, conciertos, exposiciones, charlas etc… que ofrecen a gijoneses y veraneantes una variedad culinaria digna de la capital de la Costa Verde. Es en este elenco de pequeño comercio donde debería pivotar la apuesta gastronómica en las Fiestas de Begoña, y no en otros como el de la Feria de Sevilla, con casetas privadas de las que se beneficien empresas de fuera, y a las que sólo se pueda entrar con invitación. Carecería de todo sentido un modelo así porque, sólo potenciando nuestros bares chigres y restaurantes, potenciaremos la riqueza festiva y cultural gijonesa, como un elemento más en la necesidad de seguir construyendo una ciudad integradora.

Es por eso por lo que el gobierno municipal debería, además de ofrecer las explicaciones oportunas a los grupos de la oposición acerca de la supuesta opacidad en la contratación al grupo Gustatio, rectificar. Para ser coherente con lo que dice defender. Lo que Xixón necesita es desestacionalizar los eventos, descentralizar las fiestas para que lleguen a más vecinos y vecinas, pero, sobre todo, dejar a los cafés, bares y restaurantes ofertar su producto sin competencias desleales de los grandes grupos hosteleros que siempre andan cercanos al poder.