Libros en el contenedor
La otra noche yo no estaba 'bailando con Lola' (como dice la canción de Los Brincos), sino paseando por las inmediaciones de mi barrio. Y ... fue entonces cuando bajo la luz municipal de un farol solitario, que era algo así como un alma en pena, encontré, al lado mismo de un contenedor de basura, dos bolsas de plástico (reclinadas una sobre otra) repletas de libros igual que si esperaran que alguien los rescatara para darles una oportunidad antes de que el camión los tragara y convirtiera en papilla. Había cerca un gato silencioso y pensativo. Un gato de esos de azotea, acera o solar; que, como todo el mundo sabe, es el gato triste y azul de Roberto Carlos. Con su pisada blanda, lenta y desconfiada, el felino se fue acercando hasta ponerse, curioso y vigilante, cerca de mí. Con una solicitud mayor, sin duda, que la de Darbón, el médico de Platero, cuando le sacó una púa clavada de naranjo al borriquillo, yo, sentado en el reborde de la acera, iba sacando de las dos bolsas libro tras libro.
Despacio y con curiosidad miraba la vejez de cada uno: su papel, sus ilustraciones, títulos y autores. Había novelas de Corín Tellado, devocionarios de cuando entonces, libros de cocina, fascículos de arte y guerras mundiales, novelas desbarajadas de Marcial Lafuente Estefanía, de Miguel de Cervantes, 'Las novelas ejemplares', un poemario de Alfonso Camín, la primera edición, de 1989, de 'Las mentiras de la noche', un prodigio de novela que narra la última noche en una fortaleza, antes de la ejecución, de cuatro condenados a muerte, del escritor italiano Gesualdo Bufalino. Y más libros y libretas. Y cuartillas y agendas con apuntes y notas de cosas de la vida, de la amistad, de las deudas y el amor. Todo ello con una palidez y un tacto mate, con un polvillo gris como el que va recubriendo poco a poco nuestra vida. Y el gato, amor de los escritores, moviendo el rabo, que es algo así como un radar de terciopelo negro, se llega a poner junto a mis pies, mira los libros y se va despacio a controlar la encendida noche de mayo.
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