Borrar
¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO

Un peligroso noviembre

Miércoles, 8 de noviembre 2023, 00:15

Comenta

Cuando esto escribo, vienta caribeñamente sobre Gijón. Y llueve, por fin, como en los tiempos del arca. El Piles, que no es un río pura ... sangre, baja ahora gordo y lustroso (barro de aldea), a morir a la mar del Rinconín desde donde uno vio tantas veces la desnudez del verano con los pies en el agua y la cabeza en el sol, y también la sentimentalización de algún músico ambulante, y los neones de colores, y el salir de la luna llena. Gijón conoce bien los cielos del norte y la mar que, a pesar de sus olas surferas, ha indultado siempre a la ciudad mojándola con una caricia o, todo lo más, con un amable cachete. Por eso en Gijón nadie hace las maletas para marcharse. Es, a pesar de la que está cayendo, el Gijón de Jovellanos, de Evaristo Valle, de Martínez Abades, de Piñole y el Presi, de Rosario Acuña, el Gijón de 'Entre manzanos' de Alfonso Camín, de Cimavilla, la Cerona, la Corrida, el Molinón, el Isabel la Católica, parque nuestro de los sentidos. Es, en fin, el Gijón del alma, que nunca quiere morir. Ahora que estamos enfermando con guerras el planeta, y, me parece a mí, que también a España con lo mismo que ocurrió hace muchos años; ahora, digo, antes de que llegue la noche, es decir, la oscuridad tenebrosa que nos puede envolver a todos, a ver si toda esa patrulla de capullos arrogante se deja de tanto bla, bla, bla, porque, por lo visto, a pesar de lo que diga el refrán, muchas veces hablando no se entiende la gente. Hablar mucho es un mal negocio. Y aunque a bastantes les gusta todo lo falso, deberían saber que los falsos sueños y las fantasías siempre se frustran, y que aquí tenemos un contrato, que es la Constitución. Y no hay jefe que valga y esté por encima de Ella, desde el Rey hasta el último ciudadano. Y yo, que pronto me despediré de todo esto, porque no hay más remedio que hacer el arduo viaje, pienso que España está siempre en la guerra de siempre, y que aquí todos llevamos escondido bajo el brazo un garrote. Así nos dejó pintados Goya: dándonos de garrotazos. Cada uno con su máscara, y sabiendo que los ángeles han marchado de este dichoso mundo, me parece a mí que este va a ser un largo invierno a tiros como en el bueno, el feo y el malo. Por eso menos arrogancia, menos enfrentamientos, menos gatadas y mentiras.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Un peligroso noviembre