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Tiene razón Rubén Albés cuando lamenta los puntos perdidos antes de
empatar en el complicado campo del Levante. Deambular por el medio de la tabla ... viene de antes, por eso el empate del Ciutat de Valencia, gracias a la exhibición de Yáñez, tuvo un sabor agridulce.
El valor de puntuar en Orriols no se ve compensado por el triste fútbol generado en el centro del campo, con una delantera que no creó complicaciones al rival. Defensivamente, este Sporting cubre el expediente, pero la oferta de fútbol es pobre.
Albés debe recuperar la alegría. Ya no hay argumentos para quejarse de la falta de un extremo. Está Nico Serrano, pendiente de tener más presencia y acierto, y Dubasin, que empieza a acusar el peso de la temporada. Caicedo no parece tan malo, pero por su trabajo para fijar a los centrales rivales, porque como rematador aún no enseñó nada. La ausencia de Otero se debe a gajes del oficio, aunque las lesiones son preocupantes en el Sporting, con dos focos de atención. Uno es Pablo Gómez, preparador físico del cuadro de Albés. Otro, Odin Vite, responsable de los servicios sanitarios, médico en México sin titulación homologada en España. La relación de recuperaciones largas, diagnósticos tardíos y recaídas dejan en evidencia la actual estructura médica de este Real Club.
Quizás el estilo de Albés no encaje con la gente que tiene a su disposición. Con Olaetxea incrustado en la defensa y Nacho Méndez con un juego de escasa profundidad, sólo queda Gelabert para mostrar algún destello ofensivo. A ratos entra Nacho Martín, con un buen futuro, pero no está en las debilidades del míster. Ahora también está Dotor.
El punto de Valencia fue fenomenal, pero el Sporting está a ocho del sexto, el Almería de Rubi que nos visitará el sábado. Para no tener que mirar al Eldense, nueve puntos por debajo, es necesario ganar. Los empates pueden ser muy meritorios, según dónde se sumen, pero dada la clasificación a quince jornadas del final, punto a punto sólo sirve para aspirar a la permanencia, con un ambiente de decepción y tristeza.
La racha que lleva el Sporting desde diciembre parece haber cambiado a Albés. Aquel entrenador dinámico que empezó la competición con brío y sembrando esperanzas parece afectado por la 'criptonita' que provocan los contratiempos. Debería aclararse.
Está claro que Gerardo García, director de gestión deportiva, y los responsables de fichajes en Orlegi, son los principales culpables de haber hecho una plantilla limitada. La promesa de Irarragorri a Albés en Washington de que iban a hacerle una buena plantilla no se cumplió. Que son unos incompetentes llevan demostrándolo dos años y medio, tras encontrar un listón bajo que dejaron los Nico, Torrecilla y Rico, pero el foco está centrado en el míster y en los 'artistas'. Son los que tienen la posibilidad de cambiar la dinámica que evite diluirse en la tristeza.
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