Más ilusión que ayer, pero menos que mañana

En el Sporting hay una mentalización especial ante el partido frente al Almería, uno de los más potentes del grupo, aunque está en su racha más negativa. Dos derrotas y tres empates en sus últimos compromisos, con un tono de fútbol discreto. En cualquier caso, es un rival complicado, con delanteros como Luis Suárez y Baptistao.

David Guerra, que encantó a los peñistas de Sobiñagu con el futuro del Sporting en este curso, recordó que la temporada no está acabada. Está claro que faltan 45 puntos y hay que recortar ocho. Es posible, lo mismo que se perdieron. Los jugadores dicen que van a intentarlo. No esperábamos menos. Como es habitual, desde Mareo tratan de aunar voluntades, como diría el patrón, que sigue afincado en Washington por prescripción de sus juristas, por los problemas del Santos Laguna con el fisco mexicano.

Lo importante es lo que se vea en el terreno de juego. Están muy bien las tres porterías a cero recientes, pero hace falta ganar. Huesos son todos los rivales. Todos están necesitados, incluso los que están virtualmente sentenciados. La ilusión aumenta a medida que llega a hora del partido. Luego le tocará el turno al míster y los 'artistas' para incentivar a la afición rojiblanca con una victoria.

La 'Mareona' no deja de llevar bofetadas. El nuevo fútbol margina al aficionado, al que los clubes sólo quieren para que anime y pague el recibo y la Liga de Tebas, para que abone la suscripción del fútbol por televisión.

El Zaragoza no facilita entradas. Esta vez, la disculpa son las obras de La Romareda, pero en todos los destinos pasa algo. En Miranda de Ebro, por poner un ejemplo, se limitaron las localidades, pero en el partido casi medio campo estaba vacío. La afición del Sporting se merece más de respeto, no sólo palabras ilusionantes.

Lo más importante ahora es ganar mañana al Almería. Si es con buen juego, mejor. La afición saldría más contenta. Albés recupera algunos efectivos, pero ya sabe que en Mareo, pese a la inversión hecha para tener unas instalaciones médicas ejemplares, el funcionamiento es preocupante. Queipo fue baja de última hora el sábado por una molestia en la zona del pubis. Cuatro días después se detectó una pubalgia. En épocas anteriores al médico de Orlegi, eran más rápidos los diagnósticos y las recuperaciones eran más rápidas.

Pues, nada, que como la ilusión nunca se pierde, mañana toca ir a El Molinón a animar, a la espera de una alegría. Es la función del aficionado.