Hacia una nueva sanidad
La ampliación del Hospital de Cabueñes, pieza clave para construir el futuro modelo asistencial de Asturias
La ampliación y reforma del Hospital de Cabueñes ha empezado con el movimiento de tierras en una parcela anexa a las actuales instalaciones hospitalarias. La ... obra, que se aborda en dos fases, fue adjudicada por 79 millones de euros a la UTE FCC-Los Álamos con un plazo de 29 meses de ejecución. La actuación supone duplicar la capacidad del actual hospital al construir 51.000 metros cuadrados que se suman a los 61.000 ya existentes. Se trata de levantar un edificio de ocho plantas, seis en altura y dos de sótano y semisótano, que albergarán, entre otros contenidos, los servicios de Urgencias, consultas externas, bloques quirúrgicos (19 quirófanos), UCI, laboratorios, farmacia, central de esterilización, diálisis y hospital de día oncohematológico. También habrá otro edificio destinado a las instalaciones de climatización y calderas. El Hospital de Cabueñes es el centro sanitario de referencia del Área Sanitaria V, que abarca los municipios de Gijón, Carreño y Villaviciosa. Con la ampliación se acaban los problemas de espacio, que tanto afectaban a servicios como el de Urgencias, y se gana en calidad de asistencia sanitaria y confortabilidad para trabajadores, pacientes y familiares que acompañan. La actuación es el primer paso adelante tras la pandemia hacia el logro de una nueva sanidad que esté a la altura de los retos que se avecinan, con una población más envejecida -Asturias es la comunidad autónoma con un porcentaje más alto de mayores de 65 años-, escasez de profesionales sanitarios y grandes avances tecnológicos, que son tan costosos como necesarios, para no quedar descolgados de los territorios que ofertan una sanidad más avanzada.
La ampliación fue una promesa de los socialistas en la campaña de las elecciones autonómicas y municipales de 2015. En 2017, el Gobierno de Javier Fernández presentó el proyecto concreto. Se dijo entonces que se licitaría al año siguiente, con la idea de iniciar la construcción en el segundo semestre de 2020, para tenerlo en funcionamiento en 2021. Nada de esto se cumplió, primero por los retrasos del Gobierno y, luego, por las dificultades surgidas con la pandemia que obligó a dirigir el grueso de los recursos presupuestados para la sanidad a luchar contra covid-19. En octubre del pasado año se sacó a licitación la primera fase de la obra por 44,9 millones, quedando desierto el concurso, tal como había pronosticado la Confederación Asturiana de la Construcción por haberse elaborado el presupuesto en 2018 sin recoger la subida de precio de las materias primas, que rondaba el 35%, según la patronal. La Consejería de Salud rehízo el presupuesto y se pudo empezar finalmente la obra.
El nuevo hospital, como toda gran infraestructura sanitaria, conlleva un cambio organizativo, tecnológico y de práctica clínica. Ya se es están dando avances que irán en paralelo a la ampliación y reforma hospitalaria, como la cirugía robótica, que tras una inversión de 2,5 millones permitirá en servicios como Urología, Cirugía general o Ginecología, realizar operaciones más precisas, menos invasivas, acortando los tiempos de recuperación y con menos efectos secundarios, o la nueva sala de cirugía vascular que posibilitará actuaciones semejantes al quirófano híbrido. También los equipos de alta resolución suponen un salto del que se beneficiará la Atención Primaria.
Los avances en la sanidad asturiana no se circunscriben al Área Sanitaria V. El HUCA obtuvo la autorización para disponer de una plataforma que fabrica células contra el cáncer. Podrá desarrollar fármacos propios y personalizados, de manera que se adapten tanto a las características del tumor como a las circunstancias del paciente, siendo capaz de modificar las células inmunes del enfermo para eliminar las células tumorales. También se podrá utilizar en terapias antivirales para pacientes inmunodeprimidos. Pese a las dificultades, la sanidad regional se renueva para ofrecer mejoras clínicas y asistenciales a los asturianos, que resultan fundamentales para empezar a construir el modelo del futuro.
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