Premio y barricadas
AVILÉS SE MUEVE ·
Sorprende la distinción de Salenor de este año, lo mismo que la participación de CC OO en las 'barricadas' de ArcelorSalenor ha vuelto a ser un éxito. El Salón de Alimentación y Equipamiento del Norte ha cubierto todas las expectativas y ya van unas cuantas ... ediciones desde que en 2009 diera comienzo esta feria bianual que organiza la Cámara de Comercio de Avilés como miembro del consorcio de IFECAV (Institución Ferial de la Comarca de Avilés), de la que forman parte el Gobierno del Principado, Ayuntamiento de Avilés y Caja de Ahorros de Asturias. Salenor, su éxito, no se entendería sin el compromiso de algunas personas y empresas que apostaron por esa feria desde el primer momento y que a día de hoy siguen siendo en algún caso indispensables. Se podrían poner varios ejemplos, pero solo voy a citar tres, los tres ligados a Avilés.
En primer lugar, no creo que haya alguien que ponga en duda que sin el concurso y la presencia del grupo González y Cía (Supercash) -hoy Grupo Servicios de Alimentación y Bebidas de Asturias (SABA)- Salenor quedaría reducida a un cincuenta por ciento en importancia y casi en volumen de exposición.
El grupo fundado por el patriarca Alfredo González, al que dieron continuidad su hijo Alfredo (fallecido hace dos años, una oportunidad perdida para recordarlo) y su hijo político, José Muñiz, ha sido el gran referente de Salenor a través de los stands abiertos por sus sociedades Supercash, Gonzastur, Premium y Horeca. Y este año no solo ha aportado más de lo mismo, sino que ha aumentado su volumen de exposición: el gran referente diario de Salenor. Hoy, la nueva generación que ya ha tomado las riendas del grupo, Javier González y Graciela Muñiz, siguen apostando por Salenor y por Avilés, la ciudad en la que nació y se expandió el grupo.
En segundo lugar, Embutidos Vallina, la empresa familiar que aquí y en media Asturias solo le ha faltado ir repartiendo gratuitamente sus productos de puerta en puerta. Todo lo demás lo ha hecho. Su generosidad y espíritu de colaboración -algún día alguien tendrá que reconocer en Avilés el papel de José Benito González- figura ya en las páginas de la mejor historia solidaria de esta ciudad.
Y en tercer lugar, cuando se habla de Salenor y de la hostelería de Avilés, nadie debería olvidar el papel desempeñado por José Antonio Alonso, historia viva de la restauración avilesina, al frente del restaurante Jose's. Jose abandonó en muchas ocasiones su negocio para entregarse a los demás, no sólo ofreciendo su maestría de forma gratuita, sino perdiendo mucho dinero por sus aportaciones. Ahora, cuando el mundo 'cuquiguay' ha descubierto el 'show cooking', es el momento de recordar que Jose inventó, también en Salenor, lo que es la cocina en vivo, descubriendo además a jóvenes cocineros a los que promocionó de forma impresionante, poniendo en valor la Escuela de Hostelería de Pravia -qué inmenso error el 'olvido' de esta ciudad y esta comarca para con esa escuela-, o impulsando el proyecto creado por LA VOZ DE AVILÉS, 'Cocineras Comarca Avilés', por el que más de cien mujeres salieron materialmente de las cocinas, se les puso cara y se les dio la oportunidad de conocer su valía y su importancia en sus restaurantes, hasta entonces un mundo dominado por los hombres.
El grupo González y Cía-Supercash-SABA, Embutidos Vallina y José Antonio Alonso son referentes de la extraordinaria hostelería y comercio de Avilés. Y como tal, puntales en el éxito de Salenor, cada uno desde su posición.
La Cámara de Comercio ha optado este año por entregar el premio de Salenor a una entidad, 'Otea, Hostelería y Turismo de Asturias', con la justificación de su labor en la pandemia sanitaria. A mi modo de ver, ni por los antecedentes, ni por el contexto, ni por la historia real -que se puede contar en cualquier momento, lo importante es que los datos sean exactos-, esa decisión ha sido acertada.
Alcoa y ArcelorMittal
La situación de la plantilla de trabajadores de Alu Ibérica, anterior Alcoa, no va a tener solución en el corto y medio plazo -incluso por si faltaba algo ha venido una guerra en pleno siglo XXI para complicar las cosas en los costes de la energía y en la economía global-, pero hay algún indicio de que la situación de cada trabajador puede verse beneficiada en cuanto a las condiciones económicas si al final el cierre de la empresa va a ser inevitable. El futuro puede deparar soluciones parciales y planes para recuperar de forma indirecta el empleo, pero si esos trabajadores saben que económicamente al menos van a tener antes una salida óptima, su drama será más llevadero. A ver qué pasa.
Mientras tanto, en ArcelorMittal, dos sindicatos, CC OO -su sección sindical- y CSI siguen ofreciendo a todo el país el espectáculo de unos paros en los que la quema de neumáticos y la presión a los trabajadores en las entradas de la compañía nos devuelven a los dramáticos tiempos de las reconversiones siderúrgicas, mineras o la del naval.
Se pueden buscar mil y una disculpas para mantener abierto un conflicto, pero en este caso es difícil de asimilar por la sociedad asturiana en particular de que la vuelta «a las barricadas» se produce horas después de haber obtenido un aumento salarial para cada integrante de la plantilla de un 7,5 por ciento, que se puede convertir en un 9,5 en este mismo 2022. Podrían esconderse un poco. Por pudor.
Las razones fundamentales de estas movilizaciones residen en que «no están claros los procesos de descarbonización futura por parte de la empresa».
De CC OO, que ha sido actor principal en múltiples reconversiones, sorprende que en este caso haga seguidismo de los planteamientos, inexistentes, de la CSI. Y en ambos casos, apelando a un convenio que ni siquiera ellos aprobaron. 2022, siglo XXI, un nuevo mundo, una nueva era. De CC OO cabe esperar mucho más que sus barricadas.
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