Soluciones regionales
La problemática del occidente, como la de cualquier comarca, será satisfecha con una mayor cohesión territorial
En los últimos años creció la preocupación por el despoblamiento, un fenómeno característico del medio rural. La pérdida de habitantes está asociado a la escasa ... actividad económica, al déficit de infraestructuras de comunicación, la carencia de servicios públicos y la baja rentabilidad de los medios tradicionales de sustento (ganadería, agricultura, pesca). Una problemática que desborda nuestra región y se da en otros territorios, hasta el punto de haber constituido ocho comunidades autónomas (Asturias, entre ellas) un grupo de presión para defender sus intereses en la negociación del modelo de financiación autonómica, firmando una declaración institucional en Santiago de Compostela que tiene como eje el despoblamiento. La pérdida de población ha dado paso a la constitución de plataformas electorales en defensa de los territorios más afectados. El caso más notable, por el resultado obtenido, ha sido la marca, 'Teruel Existe', que fue la más votada en su provincia en las últimas elecciones generales, constituyendo un hecho histórico al ser la primera vez que una agrupación de electores logró un escaño en el Congreso de los Diputados.
Al agudizarse las dificultades para la ganadería y el agro, con la subida de los costes de explotación (energía, pienso, forraje), la concienciación sobre la problemática del campo subió muchos enteros en Asturias, aunque fue el déficit de comunicaciones quien dio una dimensión comarcal al abandono del campo. El pasado 16 de diciembre, una manifestación de 1.200 vecinos del suroccidente recorrió las calles de Oviedo hasta llegar a las puertas de la Junta General del Principado para pedir explicaciones a los políticos. A la protesta por el mal estado de las carreteras se sumaba la petición de prolongar la autovía Oviedo-La Espina (A-63) hasta Ponferrada. Para captar el clima que se está creando en torno al campo, cabe destacar que apenas dos semanas después de la manifestación del suroccidente, los sindicatos agrarios realizaban la movilización más importante de la que hay memoria, colapsando con sus tractores, durante varias horas, el centro de la capital.
La Asturias rural está en ebullición. En ese ambiente nacen diversas iniciativas, entre ellas hay que destacar la constitución de la agrupación de electores, SOS Occidente, que tiene el propósito de presentarse a las próximas elecciones autonómicas para luchar por la mejora de los servicios públicos y las infraestructuras en la comarca, así como el impulso de la actividad económica y las políticas demográficas. Que haya un debate ciudadano sobre los problemas del territorio es una buena noticia. Si de la preocupación colectiva emergen opciones electorales también es positivo. No hay nada peor que el desinterés y la apatía ante los problemas. La nueva marca electoral, y las que puedan aparecer en otras comarcas, actuará como un revulsivo en los partidos parlamentarios, porque pueden perder escaños. Habrá una mayor atención por el occidente, un territorio que junto a la despoblación, el déficit de infraestructuras de transporte y la disminución de explotaciones agrarias, suma la desaparición de activos energéticos (pozos mineros y térmicas) y la amenaza de cierre de factorías, como Danone. Es preciso que desde las instituciones surjan alternativas. También es importante que hagan labor pedagógica para explicar los esfuerzos que se hacen en sanidad y educación. Por ejemplo, es difícil encontrar en toda España un centro hospitalario comarcal al que le corresponda menos población que al Hospital Carmen y Severo Ochoa (Cangas de Narcea). Lo mismo cabe decir de las escuelas rurales que se mantienen abiertas con sólo cuatro alumnos. Caso único en el mapa autonómico. Por encima de estas consideraciones es importante que todo tipo de partidos y agrupaciones de electores sepan que de los problemas comarcales sólo se sale con soluciones regionales. Sin una fuerte cohesión interna, las demandas se quedarán en lamentos.
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