«Cuando me di cuenta, mi coche había girado sobre sí mismo y yo estaba empotrada contra el quitamiedos»
La ovetense Alba Ortiz busca a un camionero que le causó un accidente en la autopista 'Y' y se dio a la fuga después de parar y ver lo sucedido. Ocurrió el lunes a las 15.30 a la altura de Serín, dirección Avilés - Oviedo
Cristina M. Gayo
Miércoles, 3 de diciembre 2014, 19:03
Regresaba a su casa, en una tarde tranquila, pero lo que parecía ser un trayecto normal entre Avilés y Oviedo se tornó casi en tragedia, cuando un camión se atravesó en su camino, la sacó de la vía provocándole un accidente y, después de parar unos metros más adelante y ver las consecuencias de su maniobra, se dio a la fuga. Es lo que le ocurrió a Alba Ortiz, una ovetense de 29 años que el lunes a las 15:30 circulaba por la A-66 a la altura de Serín, de vuelta a su casa. «En la incorporación, sobre el kilómetro 16,5, un tráiler se dispuso a entrar en la autopista y no me vio. Traté de esquivarlo, pero no podía porque tenía un furgón grande y negro a mi izquierda. Cuando me di cuenta, mi coche había girado sobre sí mismo y yo estaba empotrada contra el quitamiedos de la izquierda», explica Ortiz, aún dolorida.
El resultado: ella, con moratones en piernas y brazos, el cuello contracturado y dolor en el brazo izquierdo; la persona que causó el siniestro, en paradero desconocido.
Sin embargo, otros conductores sí que acudieron en su auxilio al verla accidentada en medio de la carretera, en concreto, «dos hombres, que se encargaron de avisar al 112», cuenta Alba, que añade que el camión que provocó el siniestro que casi le cuesta la vida se detuvo, pero, al verla salir del turismo, decidió continuar. «Estaba muy nerviosa, pero sé que enseguida llegaron los de mantenimiento, la Guardia Civil y la grúa», apunta.
Ahora, dos días después de lo sucedido y tras una visita al Hospital Central Universitario de Asturias y al fisioterapeuta, esta joven tiene el coche -un Volkswagen Polo azul- en el taller casi destrozado. «Tiene el morro roto entero, así como las dos ruedas delanteras, las aletas, la luna, las dos puertas... y el motor, en el suelo. Dudo que libre algo», se lamenta al tiempo que se muestra agradecida porque las consecuencias del accidente podrían haber sido «mucho peores».
Mientras tanto, Alba utiliza las redes sociales y el boca a boca para dar pistas sobre lo ocurrido a sus conocidos, en un intento de localizar al conductor del camión, del que señala que «era grande, de lona y blanco». «Quizás alguien le haya visto y pueda aportar alguna pista», concluye.