El alcalde de Oviedo dice que «es justo» que la Iglesia pague el IBI aunque la ley no lo permita
Wenceslao López defiende que es «obligado» reclamar el pago de la Contribución por los edificios eclesiales
Gonzalo Díaz-Rubín
Viernes, 2 de octubre 2015, 00:12
El primer borrador de ordenanzas fiscales no decía nada al respecto. Los técnicos habían sido tajantes: la normativa actual no permite cobrar el IBI a las distintas confesiones religiosas. El concejal de Economía, Rubén Rosón, así lo planteó en una reunión de los tres grupos de gobierno, sin embargo, explicó a este diario, todos decidieron «tirar para adelante». La ordenanza fiscal 400, la que regula el IBI, ganó un párrafo: «Los bienes inmuebles propiedad de confesiones religiosas que no estén destinados al culto o a labores sociales o asistenciales desarrolladas por aquellas, no se considerarán exentos del impuesto».
Ayer el alcalde, Wenceslao López, defendió la pretensión municipal de reclamar el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles a la Iglesia Católica (y, en igual medida, al resto de confesiones religiosas) por sus propiedades, porque es una propuesta «justa», dijo, a preguntas de los periodistas tras participar en la asamblea de la Federación Asturiana de Concejos.
Justo, pero casi imposible
El primer edil consideró que la decisión de su equipo de gobierno es una iniciativa «obligada», que va incluida en las ordenanza fiscales, aunque «otra cuestión es que la legislación permita llevarla a cabo». Según sentencia unánime del Tribunal Constitucional de 2013, la Iglesia Católica está exenta del pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles como organización sin ánimo de lucro. El fallo anuló el intento de la Comunidad Foral de Navarra de limitar la exención a los lugares de culto, al entender que violaba los acuerdos del Estado con la Iglesia Católica (Concordato) y «con las Comunidades Evangélica, Israelita e Islámica».
El acuerdo con el Vaticano exime del pago del IBI, al menos, a los templos, viviendas (en principio, las destinadas a sacerdotes, cargos y prelados eclesiásticos, pero en el epígrafe en el que entran otras muchas), oficinas parroquiales, seminarios y conventos.
A esa sentencia se remitió ayer el Arzobispado de Oviedo al ser preguntado por la Agencia Efe sobre la aplicación del impuesto que pretende el equipo de gobierno municipal y que declinaron comentar.
Wenceslao López reconoció las dificultades para aplicar la medida, pero insistió en su «justicia», en que las distintas confesiones religiosas deben contribuir a las arcas municipales para «recibir a cambio los servicios» que presta el Ayuntamiento. «Lo que pasa que a veces la ley y la justicia no van de la misma mano», asumió el alcalde.
De la casi imposibilidad de llevar adelante el cobro del IBI a las iglesias, da cuenta el hecho de que no hay previsiones ni estudios sobre los ingresos que reportaría al Ayuntamiento. Ni sobre el número de pisos, terrenos o plazas de garaje que posee el Arzobispado en el municipio. Tan solo la Conferencia Episcopal Española afirmó, en 2013 y sin mayores precisiones, que el pago del IBI supondría para las arcas de las 40.000 entidades de la Iglesia (parroquias, Cáritas u órdenes) en España unos 100 millones de euros.
La ley también exime del pago del impuesto a las fundaciones, las asociaciones de utilidad pública, a las federaciones deportivas, los partidos políticos y los sindicatos, además de a las confesiones religiosas.
El PSOE, al igual que Izquierda Unida, llevaba en su programa electoral para las municipales cobrar la Contribución a la Iglesia, «como al resto de ciudadanos».