Los 193 años de la Policía Nacional

Fernando VII tiene mala prensa. Pasó de ser 'El Deseado' a ser el 'Rey Felón'. Le bastó con poner un pie en España, tras pasarse los años de la Guerra de Independencia aplaudiendo al general corso, abolir la Constitución de Cádiz y ponerse a perseguir liberales. Acobardado por la sublevación que dio paso al trienio liberal, en 1824 puso su firma en una real cédula sobre «el arreglo de la Policía de mis Reinos». No ocultó sus motivos, la vigilancia hasta ahora «se limitó a precauciones proporcionadas a las circunstancias tranquilas en que se hallaba la Monarquía, y es preciso por lo tanto darles la unidad, la extensión y la fuerza que reclaman las variaciones de los tiempos y de las costumbres». Casi se puede leer entre líneas el temor a nuevas revoluciones liberales.

El motivo pudo estar lejos de ser noble o desinteresado, pero puso en marcha la Policía General del Reino, la primera unidad que no dependía del Ministerio de la Guerra sino del de Gobernación y germen de la actual Policía Nacional, que ayer celebró un nuevo aniversario, el 193, de la creación de su antecesora.

El acto, celebrado en las dependencias policiales de Buenavista, estuvo presidido por el delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, acompañado por el Jefe Superior de Policía, Ignacio José Díaz Salazar, y otros mandos del cuerpo. Durante el mismo, se entregaron una medalla a la dedicación policial a los veinte años de servicio y treinta y nueve diplomas conmemorativos a los policías de las distintas escalas y categorías que durante el año 2016 han pasado a la situación de jubilación en toda la Jefatura Superior de Asturias.

La Real Cédula por la que se creaba la Policía General de Reino, recordó ayer la jefatura en un comunicado, ya desde su origen, la puso a las órdenes de un magistrado con el título de superintendente general.

La agitación liberal era un fenómeno urbano, de ahí que el nuevo cuerpo de seguridad tuviese desde el principio la misma vocación y especial interés en Madrid. La misma Real Cédula dedica un apartado especial a la capital del Reino, ciudad que es dotada de una estructura de comisarías de distrito que, con las naturales evoluciones, se ha mantenido hasta nuestros días, destaca el comunicado.

En provincias, los agentes quedaban bajo el mando de intendentes y dividiendo cada provincia en subdelegaciones radicadas en las localidades -126 entonces-, que constituyen el antecedente de la actual estructura en comisarías provinciales y locales.